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La guerra ha comenzado

—¡Felicitaciones, Doctora Wolfang! —aplaudió fascinada la enfermera Kim al encontrarnos en la fila, ella era una de las espléndidas mujeres que trabajaba junto conmigo con algunos pacientes.

— ¿A qué se refiere, enfermera Kim? —pregunté extrañada, su cara se pasmó al verme tan confundida, y creyend...