Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 51

Ya no necesitó tres dedos de frente para saber de quién se trataba, y dejándose caer en el sofá entendió que su vida ya no iba a ser nada fácil a partir de ahora.

Enzo y ella estaban marcados, de por vida.

Y por más de qué intentara ser fuerte, por más de qué pudieran hacerse de la vista ciega, est...