Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 25

—Dios… esto está increíble… —Enzo se recostó al sillón para ver cómo Gianna incluso se quemaba la boca, y batía su mano para llevar aire a la pizza.

Estaban en un restaurante al aire libre exactamente frente a la costa.

Había dejado su chaqueta en el auto, y ahora tenía arremangada su camisa, mien...