




Flora
La vida para Flora ha dejado de ser fácil y cómoda desde que Edward, su ex prometido había rompió su compromiso con ella.
Además, el muy desalmado les arrebato todo lo que poseía la Familia Mu.
La empresa, la villa, el dinero...
Todo!
Flora recostada en su diminuta cama siente tristeza combinada con enojo debido a la difícil situación que esta pasando.
Además, para su mala suerte, casi todas sus "amistades" comenzaron a hablar mal de ella a sus espaldas.
Así como también de toda su familia.
Todo por su estúpida hermanastra Emily!
"Realmente es muy molesta esta situación por la que injustamente tengo que pasar!"
Flora se lamenta mientras se levanta de su cama.
De nuevo toma el bolígrafo en su delicada mano para rellenar el primer currículum de trabajo que ha hecho en toda su vida.
Al ser la princesa de la familia Mu, Flora jamás tuvo que preocuparse por conseguir un trabajo.
O por cuidar el dinero.
Sus padres le brindaron todo.
Flora jamás sufrió hambre ni carencias.
Pero si sufrió cuando su padre llegó con esa niña delgaducha, pálida y mal alimentada.
El día que su padre llegó con Emily a casa fue el peor día para ella en toda su vida.
Si Flora odiaba antes a Emily, ahora la aborrece por completo.
La única hija natural de la familia Mu realmente odia que Emily hubiera estado en ese hotel con Edward.
Eso le hacía sentir tanta humillación hacía su belleza femenina!
Pero lo que más le molestaba a Flora es que Edward la culpó por el accidente fatal de Lucy.
Flora recuerda que cuando estuvo a punto de cortar los frenos del auto de Lucy escuchó pasos que una persona que se acercaban a dónde ella estaba.
Nerviosa y con el corazón latiendole a mil por hora, Flora se acobardó en ese instante.
Ella se ocultó tras el costado del auto y agachada camino para alejarse del lugar.
Debido a eso, ella no pudo cortar los frenos.
Lily, su madre dijo que ella los cortó para proteger a Flora de Edward.
Pero Flora, después de cuestionar a su madre, supo que ella tampoco los pudo cortar.
"Entonces quien pudo haber alterado los frenos del auto de Lucy?"
Reflexiona la chica mientras ve hacia afuera por la ventana del pequeño departamento.
Flora se examina ante el espejo de nuevo.
Viste su mejor atuendo elegante y formal que pudo rescatar de la villa antes de que la embargaran.
Toma las llaves del departamento y sale a probar suerte en ese hermoso día soleado.
Cansada y sin ánimos Flora regress al departamento después de haber fallado en conseguir un trabajo decente.
Le duelen tanto los pies por haber caminado tanto ese día!
Además que se siente enfadada por los tontos requisitos que le exigen los empleadores y gerentes.
Cómo si para trabajar se necesitara tanta preparación y estudios!
Flora acudió a todos los centros comerciales con la esperanza de que solo con su belleza la contrataran.
Cosa que no ocurrió.
Flora se sintió decepcionada después fue a pedir empleo en cafeterías, pero ella tuvo la misma suerte.
Después se dirigió a todas las tiendas de prestigio dónde antes compraba y la conocían con la esperanza de que las gerentes se apiadaran de ella...
Y se habían atrevido a rechazarla en todas y cada una de ellas!
En verdad era tan necesario tener experiencia previa?
En verdad se requería un nivel tan elevado de estudios para servir un café o atender a una clienta presumida como ella en una boutique de moda?
Cuando Flora llegó a su habitación de nuevo, aventó sus zapatos furiosa y se desploma sobre la cama.
Ese día realmente fue HORRIBLE!
Acostada en la cama con los ojos fijos en el techo, las lágrimas caen por las mejillas de la arrogante Flora.
Ella ahora se pregunta que va a ser de su vida...
Sin dinero.
Sin pretendientes adinerados debido a la mala reputación que tenía su familia.
Sin trabajo!
Es una situación en verdad desesperada.
Las luces de neón iluminan los edificios en esa incipiente noche.
Las mujeres y hombres jóvenes rien mientras esperan entrar en algún club de moda.
Algunas parejas se juntan en las puertas ansiosas por divertirse esa noche.
Las calles de ese distrito estan llenas de bares, gente, bullicio y autos lujosos.
Flora con sus zapatos de tacón de diez centimetros camina hacia un club nocturno.
El vestido negro que lleva puesto esta muy ceñido a su esbelta figura.
Su maquillaje es muy pesado y oscuro pero adecuado para la noche.
Todas los hombres que la miran pensaban que ella se ve realmente muy hermosa.
Flora atrae todas las miradas de los hombres a su paso.
Sin más oportunidades de generar dinero para sufragar sus gastos, Flora pidió una variedad de préstamos.
Lo hizo en los primeros meses después de la terrible perdida de la empresa de su padre.
Y los subsecuentes problemas legales que su madre tuvo que costear, por lo que no quedo casi nada de dinero para los lujos a los que ella estaba tan acostumbrada.
Al pasar el tiempo, los usureros le estaban cobrando todo el dinero que le prestaron con muy altos intereses.
Al no poder pagarles debido a que no pudo conseguir empleo, algunos de los usureros amenazaron a Flora con cobrarse de "otra" manera.
"Que vino quisiera esta noche tomar señor?"
Flora pregunta está vez con una dulce voz.
Ella tuvo que modificar radicalmente su forma de tratar a los clientes despues de haber sido despedida de dos bares antes.
Flora fue demasiado grosera con los clientes en su manera de tratarlos.
Y por consecuente, los gerentes la despidieron pues no querían sufrir más perdidas por su culpa.
La nueva jornada de Flora en ese nuevo bar comienza a las cinco de la tarde y termina a las once o doce de la noche.
Algunas veces Flora sale del trabajo hasta las dos de la mañana pues también tenía que ayudar a limpiar en el bar.
Esa noche en específico, Flora esta atareada atendiendo clientes.
El ambiente en ese bar es muy bueno y gracias a eso los clientes fueron generosos en sus propinas para Flora.
En una mesa VIP un joven yace sentado tranquilamente mientras observa con mucha atención a la bella Flora quien rie al atender a un cliente.
Esta es la tercera noche que ella lo atiende por lo que el joven en verdad siente mucha curiosidad por saber como es posible que la antes altiva y arrogante Flora Mu, hubiese acabado de mesera "elegante" en ese bar de segunda.
Y atendiendo a hombres que claramente quieren acostarse con ella.
Cigarro en mano, el joven se levanta de su asiento para caminar hacia la chica.
Flora no habia notado al joven hasta que se le acerca para susurrarle en el oído...
"Acaso te haz olvidado de mi, Flora?"
Un escalofrío recorre la espalda de la joven al escuchar la voz grave del hombre.
Cuando voltea a ver al hombre nota que él esta casi encima de ella por lo que da unos pasos atrás para alejarse.
Flora intenta en vano recordar al hombre, pues no lo cree haberlo visto nunca en los círculos de "amigos" en los que ella se desenvolvía antes.
Pero, situaciones como esa ya le han pasado antes a Flora.
Algunos clientes se le acercan murmurando exactamente lo mismo debido a los efectos del alcohol.
"Señor, me temo que no lo conozco o reconozco..."
"Le ofrezco una sincera disculpa."
Flora despliega sus encantos femeninos mientras habla de forma dulce.
"Dígame, hay algo que pueda hacer por usted en esta noche?"
"Algún vino o whisky que le gustaría tomar?"
Flora habla con coquetería pues ha notado que esa estrategia le funciona bien con clientes masculinos.
"No eres tu Flora Mu de la familia Mu?"
Pregunta el hombre con firmeza acercándose de nuevo a ella.
Flora abre mucho los ojos debido a que ella no quiere que nadie la reconozca.
Es por eso que ella se maquilla diferente.
"No se de que está hablando señor."
"Pero si puedo atenderlo, le gustaría otro trago de lo que sea que esté tomando?
Flora desvía la atención del hombre sobre ella hacia las bebidas.
"Si hay algo que me interesa en demasia tomar..."
Comenta el hombre esbozando una sonrisa lobuna.
"Quiero que está noche te acuestes conmigo."
Flora se queda helada al escuchar su indecorosa proposición!
"Se que debes una gran cantidad de dinero a los usureros y prestamistas, Flora."
Continua diciendo el hombre quien abraza por la fuerza a Flora.
"Si te acuestas conmigo esta noche te pagare una buena cantidad de dinero."
"Podrías pagar parte de tus deudas."
El hombre habla con tanta naturalidad como se estuvieran hablando de un trato comercial decente!
Flora está furiosa!
"Cómo te atreves a sugerirme eso imbécil?"
"Quién demonios te crees que eres para proponerme eso?"
Exclama Flora con evidente enfado pero tuvo que mediar su voz para que otros clientes no la escuchen.
"Vamos no te hagas la inocente Flora."
"Todos nos enteramos que tu hermana Emily Mu se acostó con tu prometido, Edward Situ."
El hombre desliza una de sus manos por la espalda de Flora con evidente lujuria.
"Todos supimos de ese escándalo sexual y no creo que tú seas diferente a ella."
"Y este bar por fortuna también cuenta con algunas habitaciones privadas para que tú y..."
Flora estrella su delicada pero poderosa mano contra la mejilla de ese hombre que se atreve a ofenderla de ese modo.
A Flora incluso le duele la mano de lo fuerte que golpeó al hombre quien coloca su mano sobre la mejilla adolorida.
"No me compares con esa zorra!"
"Yo no soy igual que ella!"
"Además es mi hermanastra y no quiero tener nada ver con ella."
Vocifera Flora.
"Aléjate de mí, idiota y no me molestes más, comprendes?"
Exige Flora muy enfadada.
Considerando que ha terminado su interacción con el borracho y molesto cliente, Flora se da media vuelta. Para irse.
El hombre se queda perplejo por la reacción la mujer.
Flora regresa a servir a otros clientes disculpándose con ellos por el mal rato que les ha hecho pasar.
La noche casi llega a su fin en ese bar.
Los clientes escasean, por lo que Flora cuenta sus propinas bien ganadas esa noche.
"Flora, el gerente del bar pide verte."
Comenta una compañera de Flora quien estaba limpiando la barra de bar.
"De acuerdo, gracias."
"Iré de inmediato."
Responde al instante Flora.
Flora camina con elegancia hacia la oficina del gerente.
"Toc, toc, toc."
Flora golpea suavemente la puerta de madera algo gastada.
"Adelante."
Responde una voz grave desde dentro de la habitación.
Flora entra tímidamente.
"Quería verme señor?"
Pregunta Flora con voz baja.
"Así es señorita Flora."
Responde un hombre de mediana edad ataviado con un traje que parece quedarle demasiado justo debido a su gran barriga.
"Dígame, es cierto que usted abofeteó a mi hijo hace unas horas atrás?"
El hombre la cuestiona de forma atemorizante e intimidante mientras que se acerca a la joven.
Flora tiembla un poco antes de cuestionar en voz baja.
"Yo abofetee hace un momento a su hijo?"
El hombre que la molestó antes en el bar...
"Él era su hijo, señor gerente?"
Flora no puede creer su mala suerte!
Cómo podría ella haber sabido que ese grosero hombre era el hijo del getente?
El chico que se le acercó antes estaba sentado en el sillón viéndola despectivamente con un trago en la mano.
"Que acción cree que debería tomar contra usted señorita Flora debido a su mal comportamiento de esta noche?"
Cuestiona el gerente quien se cierne sobre Flora de forma muy amenazante.
"Yo..."
Comienza tartamudeando Flora.
"Yo lo siento mucho señor!"
"No sabía que era su hijo el chico!"
"Por favor perdonenme los dos!"
"Suplico que me disculpen los dos!"
Flora expresa sus más sinceras disculpas.
"Por favor se lo suplico a ambos."
"Yo en verdad no tenía idea alguna de que era su hijo, señor gerente!"
Flora comenta al borde del llanto.
"Está despedida."
"No regrese nunca más por este bar."
"Ni como cliente."
Declara con rudeza el gordo hombre.
"Retirese lo antes posible de mi decente establecimiento."
"No tiene derecho a que le pagué nada debido a sus pésimos servicios de esta noche."
Flora suspira conteniendo las lágrimas.
"Me quedaré con sus propinas de esta noche y le advierto algo aquí y ahora."
El joven sonríe complacido al ver a Flora temblorosa y pálida.
Nada de eso le habría pasado si ella hubiera aceptado su buena propuesta de tener sexo con él.
Solo era sexo por dios!
No le pidió que iniciaran una relación, mucho menos que se casaran!
"No vuelva a esta distrito de bares, nadie la contratará de ahora en adelante."
El gordo hombre enciende un cigarro que su propio hijo le extendio.
"Soy amigo de todos los dueños de este distrito de bares."
"Correré la voz para que nadie la contrate nunca más por su mala reputación."
"De eso me encargo yo."
"Ahora LARGO de mi vista!"
"Dale a mi hijo tus propinas ahora!"
El chico que esta sentado en el sillón se levanta con aire de superioridad.
Se le acerca mientras que en voz baja le susurra a Flora.
"Te hubieras acostado conmigo por dinero."
"Tal vez hubiera aceptado pagarte buen dinero por tus servicios."
"Ahora estás vetada de estos bares, lárgate!"
Flora le avienta en la cara sus propinas al joven mientras lo fulmina con la mirada.
Después de eso ella sale tan rápido como puede de ese lugar mientras algunas de sus lágrimas de coraje le resbalan por el rostro.
La humillaron!
La despidieron solo por defenderse!
Incluso ahora hasta le prohibieron entrar en ese distrito de bares!
"Todo es tu culpa Emily!"
Flora maldice a su hermanastra Emily mientras camina hecha una furia.
Mientras regresa al departamento esa maldita noche, Flora piensa en métodos para torturar dolorosamente a Emily la siguiente vez que la vea.
Una nueva noche llegó.
Sin más remedio, Flora tuvo que buscar trabajo en el distrito de los bares de mala muerte.
Para ello, Flora tuvo que usar un vestido más corto y bastante escotado para atender a los clientes.
Volvió a maquillarse pesadamente y a usar sus tacones para verse los más presentable posible.
Uno de los dueños de un gran bar la contrató.
Y lo hizo solo porque le gustó el trasero de Flora.
Ella comienza a atender de inmediato a hombres jóvenes y de mediana edad en su gran mayoría.
Algunos de ellos se ven peligrosos.
En todos esos bares de mala muerte, los clientes no son refinados y educados como en el otro distrito de bares elegantes.
Flora no se pudo quejar en su primera noche.
Ella sobrevivió a las directas insinuaciones de casi todos los hombres que le tocaron atender.
Además que las propinas de esos clientes eran mucho más altas que en el otro bar del cual había sido despedida.
Con ese dinero extra, ella pudo pagar un poco a los usureros que más la molestaban.
Con el pasar del tiempo, Flora, comenzó a acostumbrarse a los piropos groseros y lujuriosos de todos los clientes.
Ella en verdad necesita las propinas.
Y una forma rápida de acceder a ellas, era que Flora se siente en las piernas de los clientes.
Incluso bebe con ellos mientras que los atendía!
Flora nunca creyó que tuviera que rebajarse a eso para ganar dinero.
Pero ella no tiene ninguna otra opción.
No puede acudir a nadie por ayuda.
Todos le dieron la espalda.
Todos negaron conocerla en público.
El turno de Flora termina entrada la madrugada.
Ella cuenta sus cuantiosas propinas junto con la poca paga que obtiene.
Flora sale del bar para tomar un taxi que la lleve de regreso al departamento que comparte con su madre.
Unos hombres se acercan a ella con aire amenazador.
"Flora Mu..."
"Nos debes todavía bastante dinero..."
El asqueroso hombre se acerca a la escasamente vestida Flora.
"Y nuestra paciencia se está agotando cada día más princesa caida en desgracia..."
Dos de los hombres que acompañan a ese hombre vestido totalmente de negro caminan en círculos mirándola detenidamente.
"Quiero mi dinero completo lo antes posible."
"No quiero el dinero a cuenta gotas."
"Te preste el dinero completo."
El hombre toma con sus rasposas manos la cara de Flora para que lo mire a los ojos.
"Comprendes?"
"O nos cobraremos los tres con tu cuerpo..."
"Y creo que después que todos quedemos saciados por ti..."
Flora siente con total asco como ese hombre desliza su repugnante lengua por su mejilla.
"Tal vez considere que tu deuda está pagada."
Los hombres se rien horriblemente.
"Así que ya sabes princesa Flora."
"Quiero todo mi dinero lo antes posible."
El hombre avienta a Flora hacia un lado, ella pierde el equilibrio cayendo de costado dolorosamente.
Los hombres se alejan de ella riéndose.
Flora se levanta llorando de impotecia y rabia.
Esa, por desgracia, es su vida ahora.
Los usureros cada día la molestan y amenazan más.
Ahora ella en verdad tiene mucho miedo de lo que podrían hacerle.
Algunos de ellos le llaman a su celular amenazadola con romperle las piernas!
Otros, como aquel asqueroso hombre ya le han dado el ultimátum.
O les paga íntegramente todo el dinero que le prestaron.
Y a la brevedad posible.
O...
O se acostaba con ellos hasta que hubiera terminado de pagar todos los intereses diarios que generaban sus altas deudas.
"Jamás pensé que tendría está vida tan dura."
Piensa Flora mirandose al espejo de nuevo mientras se arregla una vez más esa nueva noche para salir al bar.
Otra noche que Flora tiene que esbozar su mejor sonrisa para agradarle a todos eso borrachos libidinosos y gordos que siempre quieren manosearla.
Otra noche que ella tiene que actuar con falsedad.
Otra larga noche que ella tiene que enfrentar para salir de sus deidad financieras.
"Ojalá nunca hubiera pedido prestado tanto dinero!"
Se reprocha Flora mientras su reflejo le devuelve una visión terrible de ella.
Una versión vulgar y poco refinada de ella se aprecia en el reflejo del espejo.
"No merezco esto!"
"Porque la vida tiene que ser tan dura conmigo?"
Sin más remedio, Flora toma su diminuto bolso antes de salir del departamento.
Ella sube a un taxi para ir a su diaria tortura nocturna.
By Liliana Situ