




Fresas
Aunque Carl Situ prometió que abogaría por todo el departamento de diseño para que el tiempo extra se revocara en una o dos semanas máximo...
Eso no había sucedido.
Había pasado un mes desde que todo el departamento de diseño ha tenido que trabajar horas extras, tal como lo había ordenó el CEO Edward Situ.
El CEO Situ de verdad es un duro y frío hombre de negocios.
Mientras sus empleados trabajaban sin descanso, Edward firmó múltiples contratos beneficiosos con clientes adinerados.
Los diseñadores tienen en manos tantos proyectos por realizar!
Los proyectos más comunes son la decoración de interiores de casas, departamentos de lujo, oficinas y hoteles.
Realmente la idea de Emily de darle un sentido de "celebridad" a la imágen de la empresa había funcionado muy bien.
Pero esto jamás se lo dejaría saber Edward a Emily.
Ese viernes es especialmente caluroso, por lo que para recompensar el trabajo arduo de todos, Carl Situ lleva helados, nieves y toda clase de postres helados para todos los empleados de ese departamento.
Emily se ve hermosa esa tarde.
Maquillada ligeramente, con su traje profesional de falda a la rodilla y blusa blanca.
Su suave cabello esta atado en una cola de caballo alta lo que deja al descubierto su hermoso cuello.
Un rubor natural por el calor sobresale de sus mejillas, lo que la hace ver todavía más adorable.
"Emily por favor sirvete lo que quieras."
"Todo está delicioso."
Carl se dirige a Emily quien está repartiendo platos desechables para que el personal se sirva el postre que más les guste.
Emily se sirve un poco de helado y pastel exquisito de fresas.
Carl observa ver qué la fresa es el sabor favorito de la niña.
"Gracias Carl, eres muy amable!"
"Está delicioso!"
Emily agradece sonriendo como una niña feliz al primo de Edward por el amable gesto.
Ella come sus postres sentada en una silla, Carl toma asiento a su lado.
Juntos y en silencio, los dos chicos degustan sus postres helados.
De reojo, Carl mira Emily mientras ella come su helado, tomandose el tiempo para disfrutar el postre.
Carl ahora tiene una idea del porque su primo se atrevió a tener contacto tan íntimo con Emily.
Los movimientos de Emily al comer con la cuchara el postre son elegantes, suaves y a la vez sugestivos y provocadores...
Para aliviar la tensión Carl charla con Emily.
Edward visita en silencio ese departamento de su empresa, como todos los empleados estan relajados, disfrutando y charlando, no notan la presencia del CEO.
Edward observa reír a Emily con Carl, lo cual disgusta al hombre.
Ana, la jefa del departamento, es la única que se percata de la presencia del CEO en el lugar.
Rápidamente se acerca a Edward para ofrecerle un exquisito pedazo de pastel de chocolate.
Edward tiene que tomar y agradecer la rebanada de pastel que le ofrece su empleada.
"Atención por favor."
Todo el personal brinca en sus lugares cuando escucha la fuerte y poderosa voz de Edward.
"Gracias a su arduo trabajo este departamento se ha convertido en el más fructífero de la empresa."
"Este modelo de trabajo se implementará en cada uno de los departamentos."
Edward sostiene el plato con una mano mientras habla, su otra mano permanece dentro del bolsillo del pantalón.
Y aunque su voz y apariencia demuestra indiferencia hacía todo el mundo, en verdad Edward quiere golpear a su primo por estar cerca de Emily.
"A partir del siguiente mes podrán regresar a su horario habitual."
Edward fulmina con la mirada a su primo.
Dedicando una mirada reprobatoria a Emily, la cual no paso desapercibida por la chica, quien aparta la mirada totalmente atemorizada, Edward sigue con su discurso.
"Por favor sigan disfrutando de sus postres."
Edward termina sus palabras antes de salir del lugar, los empleados gritan de felicidad por el anuncio!
No más horas extras!
Edward regresa solo un momento para llamar, desde lejos, a la jefa de Emily.
"Emily, el CEO pide verte en este preciso instante."
"El CEO está esperando por ti para que vayan a su oficina ahora."
Ordena la jefa antes de señalar hacía donde Edward permanece de pie con un semblante...
Molesto.
"Asistente Carl, el CEO ordena que supervise que los empleados, de todos los departamentos, terminen sus tareas del día de hoy."
Carl sonriw un poco al ver a Edward con una expresión de evidente disgusto en el rostro.
"De acuerdo Ana, muchas gracias por el aviso."
Carl se levanta de su asiento para dejar su plato en la basura antes de llevar a cabo la orden de Edward.
"Señorita Emily, debe darse prisa."
"Al CEO Edward en verdad odia esperar a cualquier persona."
"Y más si se trata de sus empleados."
Carl insta a Emily a ponerse en movimiento debido a que observa que la niña está completamente asustada y renuente a acompañar a Edward.
"Lo haré de inmediato Carl."
Sin más remedio, Emily tiene que caminar hacia Edward dejando su plato en un escritorio.
Ella solo pudo comer la mitad de los postres.
Cuando se reune con Edward, él le da su plato de pastel que le ofrecio la jefa del departamento.
"Puedes comerlo tu, no me gustan los postres."
Comenta Edward de forma ruda.
"Ahora, muévete, entra en el ascensor."
Edward empuja a la pobre niña hacia adentro del elevador.
Emily piensa que el enfado de Edward hacía ella se debe a que todo el personal del departamento de diseño estaba comiendo en hora de trabajo.
O tal vez su cara larga es debido a que no le gustan los postres demasiado dulces.
Lo que ella no sabe es que Edward experimentó algo muy parecido a los celos al ver tan feliz a Emily conversando con su primo.
"Jefe Situ, que puedo hacer por usted?"
Pregunta Emily cortésmente cuando la puerta se cierra detrás de ella.
La niña permanece quieta en medio de la elegante oficina de Edward.
Nerviosa como esta, Emily se retuerce las manos frente a ella mientras mira hacía los lados.
Ella observa las fotos de Edward, sonriente, al lado de otras personas.
Hombres en su mayoría.
La gran oficina del CEO Edward Situ fue remodelada recientemente por el mismo personal de la empresa.
Con solo unos sillones elegantes, una mesa de centro de cristal y variados estantes de fina madera, la oficina de Edward es...
Elegante, fría e impersonal.
Edward, sentado detrás de su escritorio observa con altivez a la joven antes de preguntarle.
"Ya no he visto a tu amante recogerte por las noches Emily."
"Acaso rompieron?"
Edward sonrie de forma malvada.
"Eso a ti que te interesa?"
Emily casi pronuncia estás palabras en voz alta...
"Jefe Situ, estamos en el trabajo ahora."
Responde Emily escondiendo su evidente molestia.
"Seamos profesionales, no me pregunte cosas personales por favor."
Edward no puede quedarse más tiempo sentado, por lo que se levanta de su asiento.
Con paso ligero llega hasta la niña, quien lo mira con ojos enfadados.
"Hum...."
"Ya veo que te molesta que pregunte por Ryan Niam, verdad?"
"Bien, cambiemos de tema."
"Déjame preguntarte cómo está tu padre?"
Edward deja escapar una risita burlona, la cual no pasa desapercibida por Emily.
"Jefe Situ, si es todo lo que quería preguntarme, quisiera retirarme."
Declara Emily fastidiada.
"Todavía tengo que terminar de archivar algunos documentos."
Pero Emily no puede abrir la puerta ya que esta cerrada con seguro.
"Cuál es la prisa?"
Edward camina hasta quedar detrás de ella.
"Aún quedan algunas horas para que salgas del trabajo."
"Y los demás empleados de tu departamento están en su pequeña fiesta privada que mi molesto primo les patrocinó."
"No es así?"
El aliento cálido Edward erizo la piel de Emily.
"Porque no me complaces lo que resta de tu tiempo laboral?
Edward coloca ambos brazos a los lados del cuerpo de Emily encerrandola contra la puerta.
Emily se da la vuelta, un poco temblorosa, para intentar apartar al hombre con sus manos.
Edward está tan cerca de ella que puede ver el malvado brillo de sus ojos oscuros.
Algo en Edward le aterra, pero también algo le atrae, aunque no quiera aceptarlo.
Edward recarga su cuerpo casi por completo contra el suave y delicado cuerpo de Emily, acorralandola todavía más.
"Aún recuerdas nuestro encuentro íntimo Emily?"
Susurra Edward perversamente.
"Déjame decirte que no fue del todo decepcionante..."
Edward besa la frente de Emily, estremeciendo por completamente el cuerpo de la chica.
Emily ahoga un gemido en su boca.
"Porque no has venido a pedirme que perdone un poco tu deuda?"
La voz de Edward adquiere un tono seductor...
"El departamento de diseño está generando excelentes ganancias."
"Podrías haber venido para que negociaramos la liquidación de tu deuda con la empresa.."
Edward desliza una mano por el hermoso cuello blanco de la atrayente joven.
"Con tu cuerpo por ejemplo."
Emily recuerda que Edward es el demonio mismo tratando de seducirla.
"Jefe Situ, me alegra que nuestro trabajo de frutos y reditue bien a la empresa."
Emily voltea la cara para evitar ver los ojos de Edward.
"En cuanto a lo que usted menciona..."
"No quiero negociar nada con usted."
Emily se agacha para salir por debajo del brazo de Edward y poner distancia entre ella y el maldito hombre.
"Aunque no haya sido mi error reconozco que aprendí de el, por lo que ahora leo bien los documentos que envío."
"Gracias por la lección."
Afirma Emily con voz firme.
"Pero el hecho que trabaje para usted..."
Emily se atreve a enfrentar a Edward mientras lo fulmina con la mirada.
Edward sonrie divertido por su actitud de gatita enfurecida.
"Eso no significa que mi cuerpo sea suyo para tomarlo cuando quiera."
"No soy una puta, señor Situ."
Emily termina sus palabras mientras su pecho sube y baja.
Edward no pudo resistir más por lo que besa a la niña con pasión contenida.
Las manos cálidas y grandes de Edward sujetan los costados de la carita de Emily para profundizar el beso urgente con sabor a fresa.
Una mano de Edward abrazó fuertemente por la cintura a la niña para que no huya de él.
Edward no puede olvidar el calor y olor del cuerpo joven de Emily.
Él recuerda la suavidad y dulzura de la piel de la niña.
También recuerda los labios entreabiertos de la niña mientras la penetraba.
Edward se estremece cuando escucha un ligero gemido de la joven, el cual desaparece dentro de su boca.
Los ligeros gemidos de ella cuando la hizo suya, en esa habitación privada siguen excitando Edward cuando los recuerda por las noches, recostado en su cama.
La sangre virgen de Emily manchando las sábanas de la cama tomo por sorpresa a Edward.
Pero también lo hicieron sentir bastante orgulloso al haber sido el primer hombre en la vida de Emily.
Mientras cambia de posición para besarla tanto como quiere, Edward recuerda que había anhelado ese momento con ansias.
Y ese deseo de intensificó desde la última vez que vió a una Emily feliz con ese tal Ryan Niam.
Edward deja de besar a Emily solo cuando notó que la chica se esta quedando sin aliento.
Ambos se miran con el corazón acelerado, los labios rojos e hinchados y una confusión enorme en la mente y el corazón.
Emily baja la cabeza para evitar que Edward la vuelva a besar.
Apartandose de Edward, la niña intenta de nuevo abrir la puerta para salir, Edward sonríe al ver que Emily intentar huir de él.
Pero ahora que la tiene, Edward no la dejaría ir fácilmente.
Edward toma en brazos a la niña antes de y sentarse en un sillón.
Sentando a Emily a horcajadas sobre é, Edward puede acariciarla sin restricciones.
Él quiere hacer suya de nuevo a la bella niña y nadie se lo impedirá.
Emily lucha para levantarse del regazo de Edward, pero él sujeta sus brazos detrás de la espalda.
Edward besa delicadamente el cuello y escote de la niña.
Justo cuando iba a comenzar a quitarle la ropa y Emily iba a gritar por ayuda, unos leves golpes en la puerta fueron la salvación de la chica.
"Maldición!"
Quien es?"
Edward grita enfurecido.
Emily se aparta de Edward quien se levanta hecho una furia.
Edward abre la puerta para encontrar a su primo Carl de pie fuera de su oficina.
"Ah, eres tú primo..."
El tono de la voz de Edward es de decepción total.
Carl esboza una sonrisita burlona al ver que interrumpió algo muy importante para Edward en ese momento.
"La abuela pide vernos está noche primo."
Declara Carl mientras camina dentro de la oficina de Edward, el chico toma asiento en el sillón extendiendo ambos brazos sobre el respaldo del mueble.
"Y me encargó que te lleve personalmente porque no has respondido sus llamadas."
Carl mira en la joven Emily quien yace de pie, en un rincón de la oficina, visiblemente nerviosa.
"Los empleados ya han terminado su trabajo y sus refrigerios."
"Por lo que me tomé la libertad de dejarlos ir."
Comenta Carl con una sonrisa ladeada.
"Pero recordé que llamaste a Emily a tu oficina, por lo que me atreví a venir para verificar si ella ya se había ido..."
Declara Carl con fingida preocupación quien finge no haber visto a Emily.
Edward abre la puerta por completo resoplando evidentemente molesto.
"Espérame en el auto Carl, iré enseguida."
Edward ordena con severidad a su fastidioso primo Carl.
Carl asiente antes de levantarse de su asiento y retirarse.
No sin antes ahogar una risita al comprender lo que había estado haciendo Edward con Emily dentro de la oficina.
Y lo que él interrumpió cuando tocó la puerta.
"Tienes suerte que te hayan salvado Emily."
Sentencia Edward mirando a la niña.
"Pero aún te falta más de la mitad de tu deuda por finiquitar."
Edward camina hacia su escritorio para tomar algo antes de decirle a Emily.
"Habrá otras oportunidades para terminar lo que comencé hoy."
"Retirate ya."
Edward mueve la mano para que ella salga fuera de su oficina de inmediato.
"Gracias jefe Situ."
"Trabajaré las mismas horas extras para pagar mi error."
"Quiero terminar de pagarlo cuánto antes."
Antes de que Emily salga de la oficina, Edward agarró la mano de la niña para atraerla hacia él.
Edward la besa profundamente de nuevo.
"Fresa..."
Susurra Edward.
"No me gusta ese sabor pero en sus labios sabe muy bien."
"Debería hacer que ella coma fresas más a menudo."
Edward reflexiona en su mente mientras sostiene por la nuca a Emily con una mano.
Emily se derrite en brazos de Edward.
No cabe duda alguna que Edward sabe besar muy bien.
Edward sabe a chocolate y ella a fresa, la combinación de ambos es deliciosa.
Antes que no pueda controlarse más, Edward suelta Emily quien se cubre con una mano la boca.
Con ojos llorosos, la niña sale corriendo de la oficina.
"Fresas..."
Piensa Edward mientras cierra la puerta de su oficina para dirigírse al ascensor privado para descender al estacionamiento.
Él tiene una cita en casa de su abuela y no podía negarse más.
Emily, nerviosa, llega a su lugar en el departamento de diseño para tomar su bolso y salir rápido del edificio vacío.
Ella quiere irse antes que Edward cambie de opinión y la vuelva a acorralar.
Cuando sale del edificio, Emily sin querer choca con una chica que pasa por la calle en ese momento.
Esto hace que la joven con la que tropezó Emily casi caiga al suelo.
"Lo siento, perdona.."
Se disculpa Emily rápidamente con la chica.
"Estás bien?"
Cuestionó preocupada Emily a la joven.
La joven afectada levantó la mirada para ver a Emily a los ojos.
Emily no puede creer su buena suerte!
Una alegría sin igual invade a la niña quien abraza por los hombros a la joven frente a ella.
"MAGGIE!"
Grita feliz Emily rodeando por los hombros con sus brazos a la chica.
"Vaya recibimiento de tu parte amiga!"
"Yo también te extrañe Emily!"
Comentó Maggie Jensen, quien es amiga de infancia de Emily.
"Tan pronto llegué a la ciudad, intenté llamarte."
Maggie examina a su amiga Emily quien está más delgada y ojerosa.
"Pero no me contestabas el celular, debido a eso, tuve que venir hasta tu trabajo para encontrarte."
Maggie se reacomoda la ropa y su bolso en el hombro.
"Ryan me dijo donde estabas trabajando y por eso estoy aquí!"
Emily casi puede llorar de felicidad porque su querida amiga regresó a la ciudad!
"Maggie, te extrañé mucho en verdad"
Solloza Emily con voz quebrada.
Ella enlaza ambas manos con las manos de su amiga como lo hacían en antaño.
"No volvamos separarnos ahora, de acuerdo?"
Maggie tuvo que mudarse a otro lugar durante una larga temporada.
Debido a esto las chicas tuvieron que distanciarse, aunque seguían en contacto por mensajería instantánea.
Todos los fines de semana se llamaban por las noches y compartían, a veces, alguna imágen chistosa.
O alguna noticia buena que las hubiera dado felicidad ese día.
Por supuesto que Emily nunca le comentó a Maggie la atroz situación que vivió a manos de Edward Situ.
Maggie cuando se enteró de la terrible noticia, tampoco se lo mencionó a Emily.
Pero ahora que Maggie regreso a la ciudad todo estaría mucho mejor con ella al lado de Emily.
"De acuerdo Emily."
"No nos separaremos nunca más!"
Maggie esboza una sonrisa cordial para fundirse en un abrazo apretado con Emily.
La tierna escena fue presenciada por algunas personas que salen de sus trabajos.
Unas pocas parejas que caminan por la acera y el auto de lujo de los dos herederos Situ también presencian la escena.
Edward no pierde detalle alguno cuando observa que alguien abraza a Emily con fuerza.
Pero se relaja cuando mira que es otra chica.
Y parece que conoce muy bien a Emily...
"Llevanos a la villa Situ."
Edward ordena a su chófer de forma prepotente.
Carl también observa la escena de ambas chicas abrazándose y riendo.
Después mira la cara enfadada de su primo.
Todo es tan...
Interesante.
By Liliana Situ