




Un amargo recuerdo 2
Por un momento guardo silencio. De repente se me ha hecho un nudo en la garganta. Todo me parece tan ajeno. Siento que estoy escuchando la historia de alguien más. Me debato entre contar lo que hice, lo que deshice y lo que dejé atrás en la ciudad. Mamá siempre quiso que encontrara a alguien en quien confiar, alguien que me quisiera y amara tanto como para cuidarme. Al inicio pensé que Aiden era esa persona, pero al final resultó ser alguien más, alguien que por más que quiera no va a volver a mí.
—Lo que te voy a contar es algo que tú no aprobarías... nunca, pero al final me vi envuelta en algo que apenas pude comprender y ahora todo está de la mierda —tomo un respiro, esto debe salir bien—. Cuando entré a la universidad me largué de Sores, me fui a Estrada, la enorme ciudad a la que fuimos de vacaciones tiempo atrás. La de playas, calor y mucha actitud. Me fui porque quería un cambio, quería dejar de ver a la misma gente, quería dejar a Aiden atrás. Ahí conocí a un hombre llamado Mateo, creo que te encantaría. Es risueño, alegre, inteligente y me cuidó. Lo conocí después de que casi me intoxico con alcohol y otras cosas, me llevó a casa. Después nos hicimos muy amigos, él me hacía reír, me ayudaba en Química y... bueno, lo arruiné. Un día fui a meterme a un lugar que no se supone debía conocer, era un bar dónde hacían tráfico de drogas, de dinero y de personas. Fue sin querer, yo fui por la fachada, me acompañó Haziel, una amiga que conocí en Cálculo Avanzado. Y pues creímos que sería buena idea, no imaginamos el desastre que se armaría. De no ser por Mateo y sus amigos, yo jamás habría sido vista de nuevo.
"Él nos salvó, nos encontró y logró evitar una tragedia. Detuvieron a todos, fue algo digno de ver. Los delincuentes fueron apresados y muchas chicas salvadas. Incautaron toneladas de cocaína y heroína y otras cosas más. Mira, yo ya estaba enamorada, pero después de eso supe que lo quería. Así que acepté ser su novia. Me metí en un ambiente emocionante, asistíamos a carreras drag, me enseñó a manejar mejor de lo que ya lo hacía, me hizo sentir especial. Pero él estaba en algo peligroso, él hacía cosas peligrosas. Ayudaba a la policía con los delincuentes, a destapar gente mala. Y debido a que soy una idiota, yo quise ayudar. Aprendí a defenderme, a disparar, a apostar con tal de ganar. Perdí a mi amiga de Cálculo por ello, era muy peligroso.
Mamá, me metí en una organización que ponía en riesgo su vida por salvar la de los demás. No le vi algo malo, en realidad me gustaba, me sentía bien. Era feliz, Mateo me quería, conocí a sus amigos que después se volvieron mis amigos y ayudé en varias ocasiones. Hasta que nos metimos en algo grande.
Se trataba de un mafioso misterioso y muy peligroso. Ninguno de nosotros sabe quién es, pero encontramos algunas pistas en el camino. El tipo es muy discreto, conforme tirábamos a los demás criminales, la mafia del tipo crecía, no dudo que es muy inteligente. Eso era tan clasificado que la policía ni siquiera estaba involucrada aún. Pero la organización sabe arreglárselas, tienen contactos en todos lados y lograron descubrirlo.
El tipo era un loco que tenía negocios de drogas inicialmente, o eso creen. Su poderío creció gracias a que nosotros íbamos tirando otros carteles. Pero al final no solo era narcotráfico, eran lugares de apuestas, redes de prostitución e incluso algo raro... algo que no alcancé a descubrir, solo sé que era peligroso.
Un día quedamos en charlar "amistosamente" con uno de los subordinados del mafioso, pero se armó un escándalo cuando tomaron a una chica y la iban a secuestrar. Me armé de valor e hice una apuesta. Si ganaba una carrera, se llevaban a la chica y a mí, si no, nos soltaban a ambas. Mateo se puso como loco, pero el trato ya estaba hecho.
No estaba segura del resultado, pero cuando gané... todo se vino abajo. Obviamente nunca nos iban a dejar ir. Así que se hizo un desmadre, el punto es que tuvimos que matar a los tipos del mafioso, yo maté a uno. Mamá, yo quité una vida.
Ese día enloquecí. Matamos a todos para salvarnos y para no dejar cabos sueltos, así que al mafioso le tomaría mucho tiempo para encontrarnos. Con un poco de suerte jamás daría con nosotros. Ese día discutí con Mateo y le dije que no quería saber nada más de él ni de la organización. Ese día rompí mi único lazo de la felicidad y me rompí yo. Él me rogó que me uniera a ellos, que me comprometiera para siempre. Pero no pude, no quise y no me arrepiento. Lo amo, mamá, lo sigo amando, pero no quiero estar en ese ambiente. Ya no."
Pero por más que trate no puedo evitar recordar su aroma, recordar su sonrisa, recordar su forma de hacerme ver lo mejor de mí. Pero debo dejarlo atrás. Él está allá, yo aquí. Él estará buscando a su mafioso para encerrarlo, está muy ocupado juntando información, arriesgándose por los demás. Yo regresé acá y ahora solo tengo una única e inofensiva misión: Terminar el semestre, subir de promedio, tomar lo que me corresponde de la herencia de papá e irme a empezar de nuevo en otro lugar.
Me levanto y miro la lápida de mamá. "Te quiero, te amo, espero pronto darte motivos para que te enorgullezcas de mí."
Acto seguido, me levanto y me alejo, es hora de comportarme como un adulto responsable y obtener un título universitario.
Durante el camino de regreso a casa, me encuentro con Elisa quien discretamente camina por la calle. Desde el punto en donde me encuentro tengo una vista panorámica de la escena y de haber estado cinco metros más adelante, no habría notado a la chica pelirroja que la sigue. Hace un buen trabajo, de no ser por mi lugar privilegiado en esta avenida, ni siquiera la habría notado. Vamos, no es normal que alguien te siga por la calle y en caso de que lo hagan; hay dos opciones: O es enamorado tuyo que te sigue como un acosador porque cree que desde lejos lograrán enamorarte mágicamente, o eres sospechosa de alguna situación desconocida y no quieren perderte de vista.
La pelirroja voltea un poco la cabeza, como si notara mi mirada, entonces la alcanzo a ver bien. Es Catarina. Oh, por los mil demonios. Me escondo detrás de un muro de cemento para evitar que me vea. ¿Qué hace ella ahí? Más bien, ¿qué hace siguiendo a Elisa? Mil pensamientos me vuelan a la cabeza y cada uno es peor que el anterior. Catarina viene de Estrada, lo sé porque vi la foto de Haziel, ahora resulta que está siguiendo a Elisa, esto es muy raro.
Siento la curiosidad emerger desde lo más profundo de mi ser. Mierda, lo normal sería alejarme de lo que no entiendo, pero son tantas mis dudas que el burbujeo en mi interior cobra más fuerza. Vale, Salomón invitó a Catarina a la fiesta, obviamente Elisa y Aiden estarán ahí y a juzgar por lo que acabo de ver, Catarina irá solo para mantener un ojo en la rubia.
Son cosas que definitivamente no auguran nada nuevo, pero si Aiden es cercano a Gustavo quien tiene alguna relación con Valentina, debo descubrir el meollo de todo. No puedo permitir que mi padre contraiga matrimonio con alguien que posiblemente está coludida.
Me repito que es por el bien de mi familia. Mi padre es lo único que me queda, al menos debo poder mantenerlo a salvo.