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Madrastras de cuento de hadas

Llego a casa y veo que tanto mi padre como Valentina salieron. La camioneta no está estacionada y la comida está a medio hacer, con suerte apenas apagaron la estufa. Me asomo a una cacerola, el interior tiene algo extraño que desprende un olor a quemado. Si eso se supone que es lo que comeríamos hoy, supongo que lo daremos por perdido. Tomo la cacerola por el mango y lo tiro a la basura.

Saco del congelador un paquete de macarrones con queso para calentarlo y comer. De por sí soy mala cocinando, no tengo ganas de ponerme a preparar algo que seguramente terminará con sabor rancio. Prendo el microondas y espero, paciente, a que la comida esté lista.

Me acerco al frutero y veo la perfectamente alineada pila de manzanas, vaya, Valentina debió tardarse mucho en arreglar eso. Solo para molestar, tomo una de las de en medio y la saco con fuerza. La pila se cae, pero vuelvo a acomodar todo en su lugar. Estoy idiota, las manzanas se golpean.

Estoy acomodándolas, cuando una de ellas resbala de mi mano y se cae. Rueda por el suelo hasta ir a dar al espacio que hay entre la estufa y la tarja. Ugh, me debato entre recuperar la manzana o dejarla ahí hasta que se desintegre hasta el fin de los tiempos. No quiero meter la mano ahí y encontrarme con que una araña violinista me mordió y solo me quedan dos horas de vida o algo así.

Al final decido recoger la manzana, después de todo, si la dejo, los animales como los ratones serán atraídos y no quiero matar a Valentina de un infarto.

Cierro los ojos, meto la mano en la abertura y al sentir algo duro, lo tomo rápidamente. Pero lo duro no tiene textura de manzana, es como algo de madera y en lugar de ser redondo, parece una estructura cuadrada.

Abro los ojos y me encuentro con una caja de madera de gran tamaño con algo de polvo en la tapa. ¿Esto qué carajo es? Levanto la tapa y me encuentro con un brillante y hermoso anillo, es un ejemplar idéntico al que tengo en la mano izquierda. Me quedo mirando como boba. El diamante superior mide lo mismo, resplandecen igual y el oro blanco luce similar. Sinceramente, si me pusieran los dos enfrente, no sabría distinguir entre uno y otro.

Mi mente inmediatamente vuela a Valentina. Ella fue quien me dio el anillo, ella fue quien aseguró que lo correcto sería que yo tuviera esa pieza. ¿Y ahora resulta que hay dos ejemplares? Miren, no dudo que ambos sean originales y no una falsificación. Mi papá con sus mil negocios y todo el dinero que tiene se puede permitir hacer uno igual al que le compró a mi madre con el dinero de su sueldo de policía. ¿Lo hicieron solo para que me quedara con uno? No, no tiene sentido porque entonces no tendría por qué estar escondido en un lugar que nadie, más que por accidente, encontraría.

Bien, ahora tengo dos opciones: Voy al centro comercial donde puedo preguntarle a un experto en joyería o me quedo aquí parada actuando como estúpida. Me voy por la segunda opción.

Rápidamente, saco la manzana del lugar feo ese y la acomodo. Tomo el anillo del interior de la caja y lo guardo en una bolsa en el interior de mi mochila. Saco los macarrones con queso del microondas y comienzo a comerlos mientras enciendo la computadora y le echo otro vistazo a los archivos de la memoria.

Me salto los perfiles de las chicas halladas en el bar y me voy directo a los sospechosos. Miren, yo no tengo idea de qué pasa aquí. Solo sé que mi papá me obligó a regresar a Sores porque se quiere casar con una tipa llamada Valentina que no sé a qué se dedica ni sé de dónde salió, pero que al parecer la ama. Aparte, esa tipa se encuentra con un matón cuya ocupación es organizar carreras ilegales, el tipo ese le debe dinero o algo así porque eso dijo el día que vino a mi casa. Por si fuera poco, otro imbécil vino a buscar a Valentina otro día y mi papá tuvo que correrlo de aquí.

Así que sí, espero encontrarme la fotografía de Valentina dentro de ese archivo de sospechosos. Y en caso de que no esté ella, al menos debería estar Gustavo, vamos, ese tipo tiene toda la pinta de ser un criminal.

Paso las hojas, paso las fotografías y no encuentro algún conocido. Estoy por darme por vencida, cuando llego a la penúltima página. En la pantalla veo la imagen de alguien que me es totalmente conocido. Esa mirada jamás la voy a olvidar, esos labios son imposibles de pasar por alto y el cabello rubio en cualquier parte lo podría reconocer. Elisa me mira de frente y directamente a los ojos. La fotografía tiene que ser algo reciente, tal vez de hace seis meses cuando mucho porque el cabello es del mismo largo.

Bajo su fotografía está el nombre completo de mi ex mejor amiga, su edad, su lugar de nacimiento y residencia, aparte de otros datos sobre su descripción física. ¿De dónde habrán sacado la foto? No parece estar detenida, pero tampoco es una imagen de alguien que está ahí por casualidad. Miro bien la ropa que trae, esa blusa color vino siento que la he visto en algún lugar. ¡Claro que sí! Esa blusa la traía ella el día que la encontré llorando en el baño. Eso es reciente y un hecho es que la foto para la revista de la universidad de este semestre no se ha tomado, lo que quiere decir que seguramente esa foto es la del semestre pasado.

¿Y cómo es que llegó esa foto hasta aquí? ¿Quién tomo la revista del semestre pasado? Ay, no tengo idea de nada.

Elisa es sospechosa de haber participado activamente en una red de trata de personas. ¡Elisa! La niña que lloraba porque sus papás no querían comprarle zapatos nuevos. Oh, no, eso está muy jodido.

Paso a la siguiente página y veo la fotografía de una servilleta que tiene escrito con tinta negra una dirección y justo al lado una carita feliz. No me parece conocida, así que la busco en el GPS y me aparece un lugar hallado en la capital del país. El lugar es una casa con pintura desgastada, arbustos resecos y una cerca de madera. ¿Se supone que Elisa escribió esa dirección? No parece su caligrafía, ella escribe bonito y entendible, esta letra es entendible, pero parece algo más... ¿Feo?

Tendré que echarle un vistazo a sus apuntes.

Debajo de las imágenes está escrito: "Reconocida y denunciada por víctima anónima rescatada. Reconocimiento visual, confiable." Víctima anónima. Ya veo, supongo que fue una de esas chicas que rescataron meses atrás, en el bar. Mi pregunta es, ¿cómo dieron con ella si lo que pasó fue en Estrada y ella estaba aquí? Aparte, las chicas ya tenían mucho tiempo secuestradas por lo que Elisa debió contactarlas o verlas mucho tiempo atrás cómo en el último año de preparatoria y si no, en primer semestre de universidad.

De golpe se me viene a la cabeza la idea de cómo pudieron dar con ella. Sus huellas debían estar en el archivo porque una vez se peleó con una policía cuando esta quiso multarla por quién sabe qué excusa. Por suerte, mi padre impidió que levantaran cargos, pero sus huellas, su descripción y su nombre ya estaban en el sistema.

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