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Capítulo 38: Felicitaciones

Vincenzo acababa de llegar al juzgado cuando su celular empezó a sonar.

—¿Angelo? —preguntó bajando del auto.

—Tenemos problemas. Durante la noche alguien intentó entrar al refugio en el que Dania se está quedando.

Soltó una maldición.

—¿Tenemos certeza de que iban por Dania?

—No. Los guardias ...