Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 34. Sintiendo alivio.

Kosta vio la mirada de molestia de la niña, sus gritos provocaron que sus hermanos salieran.

—¿Qué pasa? ¿Por qué gritas? —preguntó Esteban, sin dejar de observar a Kosta de forma sospechosa.

—Fue un accidente… me tropecé sin querer. Me estaba preparando para invitarlos a comer a la mesa… aunque cre...