Chapters

Capítulo 1 - Fin de Año

Capítulo 2 - Iniciando el camino del calvario

Capítulo 3 - Empieza el Karma

Capítulo 4 - Encuentro conmigo mismo

Capítulo 5 - El llanto de un niño

Capítulo 6 - Mi hijo Eros

Capítulo 7 - Distanciamiento

Capítulo 8 - Sin anestesia

Capítulo 9 - Charla de amigos

Capítulo 10 - Un bello recuerdo

Capítulo 11 - Decisión tomada

Capítulo 12 - No tengo escapatoria

Capítulo 13 - Mi huida

Capítulo 14 - La estocada final

Capítulo 15 - Charla

Capítulo 16 - ¿Virginia tiene novio?

Capítulo 17 - Inicia la confrontación

Capítulo 18 - Es un alivio separarme de ti

Capítulo 19 - Viajando a Cancún

Capítulo 20 - Herencia

Capítulo 21- La verdad duele

Capítulo 22 - No la merezco

Capítulo 23 - En el mismo hotel

Capítulo 24 - ¿Encontrarnos aquí?

Capítulo 25 - Los caminos del destino

Capítulo 26 - Trabajaremos juntos

Capítulo 27 - Salí huyendo

Capítulo 28 - El bendito Eros

Capítulo 29 - Todo es cuestión de fe

Capítulo 30 - En Colombia

Capítulo 31 - Enfrentando a mis padres

Capítulo 32 - Visita inapropiada

Capítulo 33 -Camino a Bogotá

Capítulo 34 - Nervios por verla

Capítulo 35 - Alejandro & Virginia

Capítulo 36 - Nos seguimos amando

Capítulo 37 - Tengo miedo de las consecuencias

Capítulo 38 - Enfrentado la verdad

Capítulo 39 - Es importante hablar

Capítulo 40 - Mantuve igual tu diseño

Capítulo 41 - No podemos negar lo que sentimos

Capítulo 42 - Unos tequilas

Capítulo 43 - Sacar el dolor

Capítulo 44 - Ernesto me desarmó

Capítulo 45 - Remordimientos

Capítulo 46 - La verdad ante Elsa

Capítulo 47 - Afecto maternal

Capítulo 48 - Mi cuerpo lo desea

Capítulo 49 - Algo inesperado

Capítulo 50 - Siempre será su hijo

Capítulo 51 - El alma me duele

Capítulo 52 - Por ahora es mejor no verlo

Capítulo 53 - Realizando cambios

Capítulo 54 - Un bello encuentro

Capítulo 55 - Toma de muestras

Capítulo 56 - Enfrentando a mis amigas

Capítulo 57 - Lo necesitaba a mi lado

Capítulo 58 - Fue muy tarde

Capítulo 59 - La verdad salió a la luz

Capítulo 60 - Decepción – parte 1

Capítulo 61 - Decepción – parte 2

Capítulo 62 - Otra bendición

Capítulo 63 - La música es mi catarsis

Capítulo 64 - Inicio de negociación

Capítulo 65 - Estadía con los niños

Capítulo 66 - Le pido solicitud al tiempo

Capítulo 67 - Interactuando con mis hijos

Capítulo 68 - Malestares

Capítulo 69 - Un pequeño milagro

Capítulo 70 - Antojos

Capítulo 71 - Hacer una balanza

Capítulo 72 - Solo es cuestión de soltar

Capítulo 73 - ¿Surgen los celos?

Capítulo 74 - Accidente

Capítulo 75 - Inicia el juicio

Capítulo 76 - Ganamos el juicio

Capítulo 77 - Dejar el orgullo a un lado

Capítulo 78 - Lo bello de las reconciliaciones

Capítulo 79 - ¿El día más feliz de mi vida?

Capítulo 80 - Tragedia

Capítulo 81- Le reclamo en vez de agradecer

Capítulo 82 - La sabiduría proviene de las vivencias.

Capítulo 83 - Sepelio

Capítulo 84 - Cantando se entrega el alma

Capítulo 85 - Por fin nos casamos

Capítulo 86 - Sentimiento de culpa

Capítulo 87 - Buscan hacernos más daño

Capítulo 88 - Sensación de peligro

Capítulo 89 - ¿Dónde están mis hijos?

Capítulo 90 - Relato especial – Eros Orjuela Andrade

Capítulo 91 - Relato especial – Julián Abdala

Capítulo 92 - Siguiendo los pasos de Eros

Capítulo 93 - Encontrados

Capítulo 94 - Castigo oficial

Capítulo 95 - Cotidianidad

Capítulo 96 - Un golpe bajo

Capítulo 97 - Enfermedad

Capítulo 98 - Vengo a ti, con lo que queda de mí

Capítulo 99 - El corazón dividido en tres

Capítulo 100 - Relato especial de Socorro del Carmen

Capítulo 101 - Un ángel

Capítulo 102 - No fueron los resultados deseados

Capítulo 103 - Todo tenía una razón

Capítulo 104 - Bienvenido Eros

Capítulo 105 - Nostalgia del pasado

Capítulo 106 - Eso no es amor

Capítulo 107 - Sentencia

Capítulo 108 - La advertencia de Fernanda

Capítulo 109 - Bajo la bendición de Dios

Capítulo 110 - Entrega total

Capítulo 111 - Reunión de fin de año

Capítulo 112 - Epilogo

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Capítulo 90 - Relato especial – Eros Orjuela Andrade

Eros

En un par de horas cerrarán el almacén de cadena en el que ingresé con mi hermano hace casi dos horas. Las madres eran sabias, por lo menos la mía lo era, desde los cuatro años, cuando comencé a ir a las diferentes clases, mamá siempre me daba dinero por si acaso, como suele decir. Siempre de...