Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 34. El diablo

Amelia paseó de un lado a otro en el pasillo frente a la puerta de aquella habitación, esta se abrió y apareció una mujer mayor con su maletín en mano.

—Tranquila, Amelia, —dijo la señora cerrando la puerta detrás de ella. —Está bien, le he suministrado suero y el efecto de la droga pasará en v...