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La intensidad

Hariella reposó sus antebrazos y sus rodillas en el colchón, quedando de forma cuadrúpeda. Arqueó su espalda y levantó sus glúteos. Era vergonzoso para ella, estaba a la merced de la vista de Hermes. Además, pensaba que era una pose muy vulgar para una dama. Pero, ya que había creado una gran mentir...