Read with BonusRead with Bonus

85

Sebastián. Llevába dos horas jugando con Emilia y aun así estaba enfadado como para encontrar satisfacción. En mi mente solo había un nombre y ese era el de Ariana. Los gritos de placer de la sumisa no dejaban de taladrar mi cabeza e incluso hasta me fastidiaban por lo que había decidido amordazarla...