Read with BonusRead with Bonus

55

Esto comenzaba a aficionarme.

Con mis extremidades sin poder poder moverlas y todos mis orificios ocupados es que me estaban llevando a la gloria.

Sebastián sostenía mi cabeza y la movía a su antojo, mientras me ahogaba con su sexo.

El exceso se saliva se escurría por las comisuras de mis labio...