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Luego de tener sexo duro y salvaje, fue él quien lavo mis partes, me vistió y acomodó el vestido. Al finalizar, puso un collar de cuero en mi cello y me dio una clara advertencia: la de no quitármelo, si no quería ser castigada. Si bien me gusta desafiarlo, también quiero saber todo lo que este luga...