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Capítulo 40

Después de aquella cena, salieron a recorrer los lugares donde solían pasar. Se pararon frente a la basílica y ahí se sentaron a contemplar el enorme monumento. El viento soplaba con fuerza y la noche estaba helada; el frío estremecía sus cuerpos y el silencio perduró.

—¿Ya lo sabes? —imaginando a q...