Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 11

Miranda la miró más curiosa todavía. No entendía lo que le quería decir. Se cruzó de brazos mirándola expectante.

-¿Por qué el novio de la tal Tara estaría cuidándote? -Mia estuvo a punto de hablar cuando Clara toco a su puerta. La había salvado la campana o tal vez no.

-Pasa...

Clara se abrió espacio con dificultad entre la puerta para pasar con un enorme arreglo floral, los ojos de ambas chicas se abrieron en demasía, la primera persona que se le vino a la mente de Mia claramente fue su novio, era extraño por que en los cuatro años que llevaba juntos jamás había tenido un detalle como ese. Sin embargo, que lo hiciera en ese momento la emociono, su corazón se expandió y soltó una sonrisa.

-Pero mira eso. -Miranda también se notaba sorprendida, y no era para menos, el arreglo era enorme y hermoso.

-Ponlo aquí. -Mia señaló una mesa más grande dentro de su oficina, para que su asistente pusiera el arreglo en ese lugar.

-Ahora si se voló la barda ese idiota. -Miranda se acercó junto con Mia para ver el obsequio, era hermosos.

-Debe ser su forma de pedirme disculpas. -Tomó el sobre que llevaba encima y lo abrió con una sonrisa tonta y luego está se desvaneció- Es Logan...

-A ver espera... -La pelirroja ya no entendio nada-. ¿Por qué Bruno tiene que discúlpase? ¿Y quien es Logan?

Mia leyó la nota y luego la guardo, regresando a su silla. Miranda no se quedó conforme y la reviso por ella misma.

"Gracias por dejarme pasar una maravillosa velada a tu lado"

Se dio medía vuelta sosteniedo entre sus dedos la nota, mirando a su amiga con muchas interrogativas.

-Deja eso por favor. -Escondió su rostro en su mano-. Clara por favor regresa ese arreglo.

-No, espera Clara, no hagas nada. Mis me tiene que contar todo primero. -Cohen asintió, sabía que su amiga no dejaría de molestarla hasta que le contará todo.

-Vale, deja el arreglo ahí, ahorita te diré que hacer con el. -La chica asintió y salió sin decir nada más.

Miranda se paró en jarra, esperando que su amiga empezara hablar. Mia tenía miedo de su reacción, sabía que odiaría mas a Bruno de lo que ya lo hacía. La miró dudosa y se mordió el labio.

-Tara, la amiga de Bruno...

-Aja...

-Nos propuso un... un intercambio de pareja. -Miranda se quedó pensativa-. Si, se lo que piensas...

-Es una estupenda idea. -Soltó la pelirroja.

-¿Qué? -No pidia creer que estuviera desacuerdo.

-Bueno, sabemos el clase de tipejo que es tu novio. -Mia puso mala cara no le gustaba que su amiga se refiriera de esa forma hacia Bruno-. Vale, me calamo. -Alzó sus manos como disculpa y se sentó de nuevo en su silla frente a Mia-. Ahora todo tiene sentido. -Señaló el arreglo de flores.

-Logan Hotman es novio de Tara. -Le explicó para que le quedara claro.

-Ese chico esta muy interesado en ti. -Se lo hizo notar.

-No, claro que no...

-Oh claro que si, no le envías un ramo de ese tamaño a una mujer que no te interesa. -Le dejo ver lo evidente-. Aquí la pregunta es si aceptaste. -Miranda sonrió. Esperaba que si, la verdad era que el intercabio de parejas podría dejarla experimentar cosas nuevas, con alguien nuevo, diferente a Bruno.

-Dije que estaban locos y salí corriendo del lugar.

-¿Qué? No, Mia... yo se que se escucha indecoroso, pero tal vez sea la oportunidad que estas buscando para desasherte de Bruno. -Mia frunció el ceño.

-Se supone que aceptaría para que nuestra relación vuelva hacer lo de antes. -Miranda entorno los ojos. Su amiga a veces podía ser muy ingenua, y en ese momento tomaría eso a su favor.

-Claro, eso también. Así que acepta. -La miro segura.

-No lo sé Miranda, Bruno estará con otra mujer...

-Y tu también. -Eso seria lo mejor.

-No, no creo que eso sea lo correcto. -Se giró sobre su asiento, no quería que la persuadiera a hacerlo. La pelirroja se acerco a ella y detuvo su movimiento.

-Esta vez estare del lado de Bruno. -Mia torció el gesto. Aún no estaba del todo convencida. En ese momento su celular empezó a vibrar por la notificación de un nuevo mensaje- ¿Es Dallas verdad? -Mirada musito al ver la mirada cabizbaja de su amiga al revisar el mensaje.

-Si, me invitó a cenar.

-Eso es bueno ¿no? -Mia asintió, tenía que ver el lado positivo de las cosas, por fin le había mandado mensaje.

-Tal vez se olvidó de la propuesta y solo quiere retomar la relación como iba. -dijo tratando de convencerse a sí misma.

-Tal vez. -Miranda no quiso decir nada más respecto a ese tema. No podía obligar a sí amiga, era su decisión y como se sintiera con eso-. Debo irme, tengo una cita... -Miró si reloj-. En veinte minutos, así que tengo que llegar puntual. Aún así por favor cuídate y cualquier cosa estoy aquí. -Tomó la mano de Mia como símbolo de apoyo y la contraria asintió, sabía bien que podía contar con ella.

-Haré que Clara regreso ese arreglo. -La pelirroja se encogió de hombros, ella no lo haría. No objeto al respecto y solo meneó su mano para luego salir de la oficina de Mia.

Coloco la punta del lápiz en su boca, mientras lo mordía con algo de ansiedad. Estaba volviéndose loca, sacudio su cabeza y decidió concentrarse en su trabajo, era mucho mejor que seguir pensando en la idea de aceptar el intercambio de pareja. Fue imposible ya que solo le bastó mirar el hermoso arreglo para que su mente divagara sobre los recuerdos con Logan, en como había tratando, como le había hablado, el baile en la pista, el cigarrillo. Hace mucho lo ella lo había dejado, pero en ese momento juro que deseaba sentir el humo entrar por su garganta, e incluso sentirlo desde los labios de Logan. Definitivamente se estaba volviendo loca.

Mia estacionó su auto, mirando cautivada la residencia de Madison, había tenido que mover muchas citas para que estuviera en ese momento ahí, miro su reloj sobre su muñeca, eran las cuatro de la tarde, después de terminar la cita, iría con Bruno a comer al restaurante que ya frecuentaba, la comida Italiana era su favorita y como buen novio siempre la llevaba ahí, aún que a veces ella terminará pagando.

Se asicalo su cabello y con paso seguro camino hacia la puerta de madera blanca, tocando dos veces el timbre. Madiso abrio la puerta, como era de esperarse la modelo estaba radiante, con un vestido Versace de color lila entallado, Mia creyó que iba de salida y ella había llegado en un mal momento, pero recordó que ella misma había gendado la cita en ese horario.

—Hola... yo... —La señaló—. ¿No interrumpo? —La rubia la recibió con una gran sonrisa.

—Claro que no, te estoy esperando. —Madison la saludo con un efusivo beso en la mejilla, Mia se sorprendió un poco, la verdad es que las revistas hablaban del mal carácter que se cargaba, cuando claramente era todo lo contrario— Pasa por favor.

Mia contempló la residencia, era un manía que tenía al estar en un lugar diferente. Todo era blanco, era un color bonito pero nada llamativo, era entedible que Madiso quisiera cambiar el aspecto, nada de ahí decía su nombre.

—Esto es increíble. —Dijo Mia al ver el cuadro en la sala, era el famoso Nu couche de Amedeo Modigliani, tenía que ser una réplica estaba casi segura.

—Hermosos ¿Verdad? —Madison susurro detrás de ella.

—Nunca creí apreciar una réplica tan exacta de cerca. —La risa de la rubia se escucho fuerte.

—Querida, es original, mi esposo me la me dio como regalo de bodas. —Mia abrió los ojos, ya que la pintura tenía un valor de no menos de ciento setenta millones de dólares. ¿Quién era su esposo? Eso aún era un misterio para todos. La noticia de que se había casado se había infiltrado por uno de sus empleados, el cual fue despedido y demandando por la falta.

—Bueno, es una suerte la que tienes Madison. —Mia se giró y le sonrió amable— Pero hablemos de tu casa, tienes un gusto exquisito.

—Que va. —La rubia se acercó a su mini bar, sirviéndose un Martini—. ¿Gustas uno? —Le ofreció.

—Gracias, no tomó.

—Toma asiento, quiero saber que ideas tienes para remodelar esta aburrida casa. —Soltó un puchero, era graciosa.

—Bueno, tengo varias propuestas. —Cohen abrio su folder, era un muestrario de otras casa que ya había renovado.

—No, no, no, Nada de eso. No quiero que mi hogar sea una más de tu colección, quiero que sea tu mayor creación. —Madison abrió sus manos, ampliando en panorama. Mia sopeso la situación.

—Eso es...

—Dentro de dos mese realizare una pasarela aquí mismo, quiero que todo este perfecto y listo. —Mia asintió, jamás penso que le pediría algo como eso pero tampoco era como si no pudiera hacerlo.

—¿Que idea tienes? —Tenía que preguntar cual eran exactamente sus gustos.

—Solprendeme. —Madison sonrió tomando sus manos—. Confío plenamente en ti. —Mia abrió sus ojos, eso sería un problema. ¿Qué pasaba si no le gustaba lo que hacía?

Estuvo a punto de replicar cuando la puerta principal se abrió. Miranda se paró entusiasta, como si supiera quien quien había llegado.

—Oh esta aquí. —Y al parecer lo sabía. ¿Conocería a su esposo? Mia sería la primera en saber de quien se trataba.

Cohen también se puso de pie.

—Mira quien a venido a visitarme. —La rubia dijo alegre, Mia volteó a verlos y se quedo pasmada cuando miró al señor Lort abrazando a la que ahora sería su esposa.

—Joder. —Pensó Mia, Lort estaba casado con Madiso y saliendo con su mejor amiga al mismo tiempo. Lort la saludo como si nada, el no tenía idea de que ella sabía la verdad, así que no le quedó de otra que actuar como una profesional.

—Mucho gusto Mia Cohen. —La chica miró a la rubia. Lort la conocía o Madison había hablado mucho de ella con su esposo—. Madison no deja de hablar de ti, que bueno que pudiste aceptar una cita.

—¿Usted no es Lort Diamatre? El dueño de los hoteles Diamatre. —El sonrió y asintió abrazando más a su esposa.

Previous ChapterNext Chapter