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Capítulo 9

Mia y Logan permanecieron en la suite de Tara, mientras Bruno y ella habían salido de esta. En el último minuto, el castaño estaba cambiando de opinión. La modelo no pensó que su amigo fuera tan cabeza dura. Así que estaba hablando con el, tratando de que su mente no se desviará del objetivo principal.

Mia no entendió nada y Logan solo trató de distraerla para que no se impacientara mientras le mostraba un juego de su celular. Lo más gracioso de todo era que había funcionado, Mia reía de cada cosa tonta que soltaba Logan de su boca y en como este parecia un niñato.

—Wow, eres muy bueno. —Soltó Mia cuando vio ganar al azabache.

—Estuvo difícil. —Rio y le extendió el celular—. Ahora es tu turno.

—¿Qué? No, yo no se jugar...

—Como no, mira solo es moverlo con velocidad... —En ese momento llego una notificación a su celular, Tara le había mandado un mensaje de texto—. Discúlpame. —Lo tomó para revisarlo.

—¿Pasa algo? —pregunto Mia al ver su semblante pensativo.

—No lo sé, no sé que se traen esos dos, ahora quieren que vayamos a otro lugar. —Se encogió de hombros—. ¿Vamos? —Se puso de pie y estiro su mano hacia la chica. Mia la tomó soltando un mohín, preguntándose que se traía Bruno.

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Se adentraron de nuevo en el club, Mia no tenía idea de donde irían, sin embargo, siguió a Logan. Había demasiada gente en el lugar por lo que decidió ponerse atrás de Hotman, este la tomó de la cintura, deteniendo su acción para cambiar de posición y abrazarla por la espalda y así evitar que los demás se pasaran de listos con ella, nadie tenia el derecho de tocarla a su pequeño tesoro, solo él. Mía suspiro profundo ante la cercanía, se sentía nerviosa, aún así dejó que Logan la guiara entre la gente.

Subieron otras escaleras, deshicieron el abrazo y caminaron rumbo a otra habitación.

—¿Tienes alguna idea de que es lo que quieres esos dos? —Tamto misterio la estaba desesperando. Logan se encogió de hombros, no sabía la verdadera razón, sin embargo, tenía muchas ideas al respecto, sólo que no se las diría a Mia, no quería asustarla antes de tiempo.

Al llegar al lugar, ni siquiera tocaron antes de entrar, encontrándose con Bruno y Tara hablando animadamente mientras bebían más alcohol.

—Al fin llegan chicos. —Tara le extendió una copa de Whisky a su novio y después de que este la tomara, le extendió otra copa a Mia.

—Gracias, pero no tomó. —Mia se sentó junto a su novio mientras esté la miró con el ceño fruncido.

—Al menos deberías de aceptarla por cortesía. —Dijo Bruno molesto.

—Si ella no quiere no tiene por que aceptarla. —Logan lo miró serio. —Además es una puya copa de alcohol. —Ambos aludidos se quedaron mirando por unos segundos hasta que Tara se interpuso.

—Por favor, no empiecen. —Tomó de su copa—. Si Mia no quiere tomar esta bien.

Logan se acercó a la ventana y sacó un cigarrillo, estaba molesto.

—¿Ahora si nos dirás para que nos llamaste? —Miró serio a su novia.

—Tengo una idea que puede beneficiarnos a los cuatro. —dijo la castaña entusiasta.

—Mmm ¿Y cual es esa idea? —Logan exclamó un poco molesto por no encontrar el encendedor para prender su cigarrillo.

Mia vio como se asomaba el pequeño objeto desde la bolsa trasera del pantalón del azabache, quería decirle pero parecía concentrado en seguir buscándolo, miró a su novio, el cual no le estaba prestado ni un mínimo de atención, así que se paró acercándose a Logan para tomar el encendedor de su lugar y entregárselo por ella misma. Logan miró a Cohen desde arriba y sonrió ante sus rostro enigmático, trató de encender el cigarrillo y soltó una maldición cuando esté no estaba cooperando.

Mia tomó sin permiso el cigarro de los labios de Logan, llevándoselo a su boca, acercando el fuego al extremo del cilindro, para inhalar lentamente para que el tabaco encendiera. Una vez listo, volvió a extenderlo hacia el azabache.

Hotman acepto gustoso el cigarrillo y se lo llevo de vuelta a la boca, percatandose que Mia había mojado ligeramente la punta con sus labios.

—Mia...

Bruno alzó la voz cuando se percato de la extraña situación en la que estaba su novia, Mia retrocedió enseguida a su lugar, a lado de Dallas y empezara a jugar con el encendedor.

Logan desvió la mirada para escoder su media sonrisa ante la situación, lo cierto era que Mia se había visto como toda una experta ante sus ojos, mientras Tara trató de reprimir su risa.

—Bueno. ¿Ya diras lo que tienes planeado? —Bruno solto con un deje de molestia, no le estaba gustando mucho la cercanía de su novia con el idiota de Logan. Pero a quien engañaba, si aceptaba la idea de Tara, ellos estarán mucho más que cerca. Se decía a sí mismo que todo lo hacía por el bien de su relación.

—Dale, que impaciencia. —Adopto su antigua sonrisa torcida y empezó—. Un pajarito me dijo por ahi que ambas relaciones están pasando por una crisis sexual. Logan y yo estamos probando lo mismo, no me quejo, es rico y placentero pero ya no es igual y pues no creo que ustedes estén mejor. —Señaló a los aludidos. Mia bajo la mirada, lo que decía Tara era verdad.

—Que quede claro que culpa mía no es. —Bruno objeto casi de inmediato. Mia se volvió un poco más pequeña en su asiento, sintió una opresión en su pecho, preguntándose si realmente todo lo que estaba mal en su relación era su culpa.

El no hacer lo que Bruno quería, ameritaba a darle todo el crédito de su mala situación sentimental. Eso fue lo que más le preocupó.

—Las parejas se forman en dos, Dallas, no creo que uno solo sea el culpable. —Logan dijo apagando su cigarrillo en el suelo—. Pero como sea ¿Qué propones al respecto? —Miró a su novio expectante.

—Intercabio de parejas. —Tara soltó fuerte y siendo bastante clara, luego se callo observando la reacción de los demás. Sólo esperaba que aceltaran y cruzó los dedos.

Logan alzó una ceja sorprendido, realmente no se lo esperaba, al menos no algo como eso. Por otro lado, Mia miró rápidamente a su novio el cual no había tenido ningún tipo de reacción, lo que le hizo pensar que el sabía del plan de Tara y no podía creerlo.

—¿Entonces, que les parece? —dijo la azabache esperando que alguien comentara algo sobre su gran idea, lo que fuera estaba bien, ella estaba muy emocionada al respecto, así que ni dejo de sonreír, aún viendo la cara de asombro de Mia.

—Yo creo que esto salvaría mi relación de la monotonía, yo amo mucho a Mia, pero los problemas que emos tenido han hecho que la relación vaya en picada, esto podría a ayúdanos a superarlo ¿No cres eso mi amor? —Bruno hablo claro, y miró a su novia esperando una respuestas, cruzó los dedos para que esta fuera positiva.

Mia se quedó pasmada escuchando lo que Bruno decía sobre su relación, no sabía en qué momento habían tenido que llegar esto, solo pensaba en una cosa y era que no estaba dispuesta a compartir a su novio con nadie y menos dejar que alguien más la tocara a ella, estaba loco. Miró a Tara y luego a Logan, ¿El también había planeado esto? ¿Por eso había sido tan amable con ella? Definitivamente había sido una mala idea aceptar ir a ese lugar.

—Los tres están enfermos. —Los señaló antes de ponerse de pie y salir de esa habitación.

Lo último que escucho fue a Bruno llamarla, pero no se detuvo y sabía que el no la seguiría. Se adentró de nuevo entre la gente, solo quería salir de ahí.

—¡Ey chica! —Max la tomó de la mano—. ¿Sabes donde están los chicos? —El castaño no se veía bien, ya era tarde así que debía estar muy ebrio.

—Planta alta, primera habitación. —Dijo sin dar más explicaciones, siguió su camino hasta la acera de la calle, buscando un Taxi. Miró el reloj en su muñeca era pasadas las tres de la mañana.

Se abrazo a sí misma por el frío de la noche, esperando que alguien se apiadara de ella. En ese momento sintió como una mano palpó su hombro, haciéndola sobre saltar. Se giró encontrándose con los ojos negro de Logan. En ese momento no lo vio igual. El chico dulce que se presento al principio se había esfumado después de que hicieran esa propuesta indecorosa.

—Oye, se lo que piensa. —Logan trato de disculparme—. Pero en mi defensa yo tampoco sabía sobre el plan que tenía Tara. —La fría mirada de Mia se suavizo. Le creyó, a pesar de todo creyó en su palabra.

—No entiendo tu relación con Tara, ¿Son así siempre? —El azabache se encogió de hombros. La mayoría de la gente que sabía que clase de relación mantenía el con su novia siempre se apresuraba a juzgar y no la culpaba, tal vez era mal visto, aunque el vienestar que le provocaban no lo cambiaría por nada.

—No deberías de crucificarme sin entender primer. —Mia de verdad que no lo entendía.

—Iluminame. —A pesar de que la idea le parecía más que descabellada, tenía curiosidad de saber. La azabache se abrazo un poco más a sí misma, el viento de la noche era cada vez más frío.

Logan se percato de ese detalle, así que decidió ofrecerse para llevarla a su casa.

—El único taxi que encontrarás ahora será el que pase a las seis de la mañana, y para eso... —Miró su reloj—. Faltan dos horas y media. A menos que quieras que Bruno te lleve.

—No, no quiero hablar con él ahorita.

—Lo supuse. —Logan se quedó esperando una respuesta y Mia suspiro pesado al no tener otra alternativa.

—Vale, acepto. —El azabache sonrió y alzo la mano, para que uno de los vale parking le entregará su auto. Mia aún seguía atenta a la explicación, no se le había olvidado el tema.

Minutos más tarde ella y Logan estaban dentro del auto rumbo a la casa de Cohen, se sentía un poco extraña, había preferido que un extraño la llevara a su apartamento antes de pedírselo a Bruno, aunque tampoco era como si su novio se hubiera preocupado mucho de cómo se iba a ir del club. Sus pensamientos divagaron sobre la propuesta de Tara, miró de reojo a Logan, tenía que admitirlo que el chico era atractivo, mucho a decir verdad, pero de eso a ya imaginarse en una situación distinta era otro nivel. La idea de que su novio estuviera desacuerdo en todo el plan era aún peor, se mordió el labio. ¿A caso lo estaba considerando? Negó.

—No lo piense mucho. —Logan alzó la voz sacándola de su ensimismados pensamientos.

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