Read with BonusRead with Bonus

Caballero

—No, no, no... no grites —respondió él pero yo no lo escuché.

El chico entró y cerró la puerta detrás de él alarmado para acercarse a mí y yo comencé a tirarle cosas histérica.

— ¡No te me acerques!

—No grites, no quise asustarte.

Pero si lo haces no me quedará más que callarte.

Esto me hizo abrir l...