Read with BonusRead with Bonus

Al mismo ritmo

Por suerte nadie se interpuso en nuestro camino cuando comenzamos a irnos en dirección a nuestra habitación.

Por mi parte siento como el nerviosismo me golpea un poco haciéndome contener el aliento por unos momentos.

La mano de Maximilian sigue firme contra la mía aunque yo no intento huir de ...