Read with BonusRead with Bonus

Desear hijos

—Gustav me dijo que… ya no tendríamos problemas, que Armand se había ido por las de él, ¡Qué se había aburrido de causarnos problemas! –exclamo con todo el dolor de su alma la rubia madre cuando las lágrimas salían de su rostro con más frecuencia y caían desde su mentón hasta su chaqueta y se perdía...