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Recuerdos dolidos

Otra costumbre de todos los días, era que llegara con “Tía Michelle” como él le llamaba, saludara a todos, pues eran muchos niños, jugaran un rato, se ayudaran con las tareas que no habían hecho o les costaba y claro, ¿Cómo olvidarlo? Golpear al rubio por siempre tener la habilidad de sacarlo de sus...