Read with BonusRead with Bonus

CAPÍTULO 38

Me separé al instante y retrocedí algunos pasos, entrecerré los ojos y le dediqué una mirada de desagrado y rabia. Las mariposas se desvanecieron poco a poco, volviéndose a dormir y dejándome sumida poco a poco en un oscuro agujero.

—¿Cuchi cuchi? —espeté molesta y me crucé de brazos—. Bonito nombr...