Read with BonusRead with Bonus

CAPÍTULO 27

Me quedé inmóvil, el miedo empezó a correr por mis venas y el temor me empezó a erizar la piel. La voz de mi jefe sonaba extraña, fría pero afligida y eso solo hacía que los latidos de mi corazón se aceleraran con una fuerza incontrolable.

—No lo entiendes. No puedo controlarme, es tan hermosa; per...