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ALICIA.

—Hija, has estado en cama desde que nos fuimos de casa de Axel y eso fue ya hace una semana. Debes comer algo, te hará daño no probar bocado, me preocupas demasiado.

— No tengo apetito, no te preocupes por eso. ¿Hoy es la cita con el arrendador de la casa que quiero?

—Sí, hija, es hoy.

—Perfecto....