Read with BonusRead with Bonus

LA FIESTA.

Al llegar a la plaza, Alicia vio su reloj que adornaba su muñeca izquierda. Este marcaba justo las 5:25, así que tomó su celular para marcarle a Celeste, pero alguien la sujetó de los hombros. Se sobresaltó, pero al voltear, vio que era Celeste.

—¡Mamá, me asustaste!

Dijo Alicia, tocándose el pecho ...