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Capítulo 122

Erika estaba preocupada. No había tenido noticias de Santiago desde el mediodía y cada que lo llamaba entraba a buzón.

El reloj toca las 23 horas y es entonces que la puerta de la casa se abre y ella se larga a llorar en lo que se tira a sus brazos para abrazarlo.

—Amor, ¿qué pasó?

El llanto ...