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Capítulo 109

—Hola.

Y allí estaba ella, roja de la vergüenza, completamente incomoda y con un sentimiento de angustia que rompía su corazón en mil pedazos.

—Toma asiento, por favor.

Tan pronto lo hizo, él le ofreció algo de beber, pero ella se negó. Lo único que deseaba era el poder hablar y buscar respuesta ...