Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 38

—Perfecto. —Lo vio sacar de su saco una chequera y escribir la suma.

—¿Así de fácil? —Le era extraño, porque con Santino no se habían dado así las cosas.

—Sí, mientras estés dispuesta a darme lo que deseo. —Se dispuso a escucharlo—. No te pido más que una noche.

«¿Por qué una noche?», pensó. Eso ...