Read with BonusRead with Bonus

CAPITULO 32

Paolo y yo entramos a su habitación a tropezones, ya que no paramos de besarnos desde que entramos al hotel. Como la falda no me permite moverme bien, le digo a Paolo:

- Quítame la falda.

Él me da la vuelta, baja el cierre y me quita la falda, dejándome solo con una tanga. Rápidamente me encaramo...