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¡Estoy en casa!

La fragancia de Jena era fresca, el roce de su piel aumentaba la confianza con ella. sonreía viéndola a ella sufrir por el galope del caballo.  Apretado la manos de Conan

La tradición dictaba que debían llegar separados, cada uno montado en un caballo, eso era parte del ritual, la clase y el presti...