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CAPÍTULO 8: Venganza: Se sirve mejor fría

Al entrar en la alcoba tenuemente iluminada, los ojos de Kitara se fijaron en la mujer sentada frente a ella. No pudo evitar sentir una sensación de inquietud al mirar a la misteriosa dama, preguntándose qué secretos guardaba. Kitara sabía que no podía contener su curiosidad por más tiempo, así que ...