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CAPÍTULO 29. UN CHICA ATREVIDA

Ella en vez de darle su promesa, le tomó el mentón, se lo alzó y con una de sus manos le apretó las mejillas, como él lo estaba haciendo con ella, haciéndole boca de pez.

—Prométemelo tú también y si algún día llegó a descubrir que te has acostado con otra, te daré la espalda y nunca más volveré a ...