Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 189: Dejarlo vermev La debilidad sigue en mi cuerpo. Escasamente puedo mantenerme despierta y la verdad, no sé si hacerlo sea buena idea. Después de todo, estar despierta me hace recordar que estoy sola y que mi padre, ya es cenizas de lo que una vez fue un cuerpo cálido. Todo ha pasado tan rápido. — susurro. Amiga… Deberías ir a casa, tu padre debe estar preocupado por ti. Ya se enteró de la noticia, le informé que estoy contigo y no me dijo algo más. — dice Hanna. Entiendo. Gracias por quedarte. Es mi lugar, Day. Nina y yo estaremos a tu lado en todo lo que necesites. — dice Hanna y yo asiento. No tengo ánimo de hablar, estoy tan agotada y los mareos aparecen en cualquier momento aun estando acostada, que no me siento con ánimo para hablar o hacer algo tan simple como levantarme. Por eso, solo me quedo en silencio mirando el techo de la habitación. ¿Te sientes mejor? Me siento igual, Hanna. — susurro. ¿Quieres comer algo? No. Debes comer. Hanna, ¿puedes averiguar si Nina ha ido con mi padre como dijo? ¿Por qué crees que no? ¿Acaso piensas que nos mintió? Niego de inmediato, las chicas son bastante desordenadas y mentirosas de ser necesario, pero, esto último lo hacen con sus familiares y docentes que quieren darle órdenes que no son de su interés. Pero, conmigo eso no sucede porque saben que yo no las juzgaré por lo que hagan o dejen de hacer. Por eso, sé que si no ha aparecido es porque algo ha pasado, quizás si se fue sin problemas o no, y en esa negativa, está la presencia de Ryan en el hospital. Llámala, por favor. Algo me dice que las cosas no son tan simples como se cree. Day, sé que estás sensible… Yo no soy quien se ha hecho cargo de los preparativos. Si hay algún problema, llamarán a Ryan o quien se haya hecho cargo de todo, a mí solo me llamarían para entregármelo o llamarme para dar la autorización de que alguien lo reciba por mí. >> Así que, por más que lo piense, es extraño. Por eso, lo mejor es que verifique que todo esté bien con Nina, porque con Ryan aquí, cualquier cosa puede suceder. — digo y Hanna asiente pensativa. Lo entiendo, pero, no quiero dejarte sola. No me resulta cómodo hacerlo. Estas pasando en estos momentos por muchas cosas y por eso, quiero acompañarte tanto como sea posible. No voy a hacerme daño, Hanna. Tengo una razón para mantenerme con vida. además, mi padre se esforzó tanto para que su enfermedad no me afectará y pudiera seguir con mi vida. >> Por lo que, si me hago daño, estaría lanzando a la basura todos los esfuerzos de mi padre. Eso es algo que no puedo permitirme hacer. Así que, haz lo que necesites hacer, yo estaré bien. — le digo con una sonrisa triste. Hanna asiente y se marcha prometiendo volver pronto, pero, yo solo me concentro en poner mi mente en blanco y así no pensar en algo. Apenas he despertado de mi desmayo y no quiero volver a exponerme a un peligro innecesario cuando solo debo calmarme. Disculpe… — dice una enfermera. ¿Qué sucede? Nos han pedido que la preparemos para una ecografía. La ginecóloga vendrá pronto y por eso, debemos prepararnos. ¿Otra vez? Supe que me hicieron una cuando estaba inconsciente. Sí, señora. Se realizará una transvaginal donde esperan que este consciente para darle toda la información pertinente. Comienzo a asentir y me levanto de mi camilla, para poder prepararme para la revisión donde debo estar sin ropa interior. Las enfermeras empujan una maquina bastante grande y yo me quedo esperando que me digan algo bueno, mientras se miran entre sí con nerviosismo. ¿Sucede algo? N-nada, señora. Nada. ¿Está causando problemas mi esposo? Ha empezado a requisar el hospital. Ya han llamado a la policía, pero, eso no parece importarle. — dice una de las enfermeras y la doctora aclara la garganta, causando que ellas hagan un pequeño salto en señal de miedo y susto. Se supone que no se le debe proporcionar información molesta a una paciente inestable emocionalmente. — dice la doctora. Lo sentimos. Las chicas retroceden con temor y por eso, decido hablar. Ya he controlado mis emociones y sus comentarios no causaron un cambio significativo. Reprimir las emociones o fingir que nada la afecta, no es controlar sus emociones, señora Volkova. Creswell, mi apellido es Creswell. — corrijo. La doctora comienza a asentir incomoda, se disculpa por su confusión y comienza a prepararse para la revisión. Sin embargo, eso no elimina la tensión que hay en el lugar y todo empeora cuando se escuchan gritos y un ruido molesto que a cualquiera le causaría malestar. Déjenlo pasar. No creo que sea buena idea que se enfrente a él, señora. Yo me daré la vena porque me enredé con la vía intravenosa cuando me desmayé, eso no fue su culpa. — digo con seriedad. ¡Busquen a mi esposa en cada rincón de este piso! — grita Ryan y yo miro a la doctora. ¿Quieren esperar más tiempo? Porque pueden esconderme en el baño, pero, aun así me encontrará. Díganle donde estamos. — dice la doctora a una enfermera. La mujer se marcha y en menos de tres minutos, Ryan está en el umbral de la puerta, hiperventilando y con una mirada cargada de una angustia que no me causa el menor rastro de simpatía. Estas aquí. Necesito calma, Ryan. Van a revisarme y necesito que no hagas algo caótico. Si no puedes controlarte, no solo te sacarán a patadas de aquí, si no que, me marcharé sin dejar rastro, porque si no puedes controlarte en una revisión importante, no lo harás nunca y yo no puedo exponerme así. — digo con seriedad. Me comportaré, te lo prometo. — dice él y yo miro a la doctora. Comenzaremos directamente con una ecografía… ¿No perdió el bebé? Tenía mucha sangre en su entrepierna. — dice Ryan. Ordena a tus hombres que dejen de hacer caos, desde aquí escucho el ruido que causan. Ryan de inmediato, saca su teléfono y escribe en este para posteriormente guardarlo y así acercarse a mí al punto que está en los pies de la camilla. Listo. No tuve una amenaza de aborto, solo en la caída me dañé la vena y fue esa la sangre que salió al quedar la vena perforada expuesta. Mi mano quedó en mi pierna, por eso, viste el camino de sangre. — explico y él asiente. Fue mi culpa, si te hubiese atrapado, no te habrías lastimado, lo siento mucho. <Chapter>Capítulo 190: Saber de mi estado

La debilidad sigue en mi cuerpo. Escasamente puedo mantenerme despierta y la verdad, no sé si hacerlo sea buena idea. Después de todo, estar despierta me hace recordar que estoy sola y que mi padre, ya es cenizas de lo que una vez fue un cuerpo cálido.

—Todo ha pasado tan rápido. — susurro.

—Amiga…

...