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Capítulo 38: Guarida de traficantes

—Está bien

Respondió Regan, y los hombres se lo llevaron sin que él opusiera resistencia. Llegaron a una oficina.

Un hombre estaba sentado en un sofá, inhalando una sustancia blanca sobre una hoja de papel. Levantó la vista con los ojos inyectados en sangre.

Regan lo miró sin inmutarse. El hombre...