Read with BonusRead with Bonus

Noticias inesperadas

—Dália...—llama mi esposo, tocando mi hombro. Abro los ojos y miro su rostro preocupado—. Amor, ¿estás bien?

—Sí—digo, estirándome—. Llegaste temprano...

—Dália, ya es de noche—revela mi esposo, sentándose en la cama junto a mí. Pasa su mano por mi frente—. ¿Te sientes bien?

—Sí, claro, me siento...