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El color del corazón

—¡Ahhhhhhhhh!!!!, pl...—Pedro se atragantó con sus palabras mientras gemía.

—Voy a matarte poco a poco, tío malvado. Primero te cortaré la lengua, luego tus dedos uno por uno y después esas piernas... luego tu oreja. Voy a cortar cada parte de tu cuerpo poco a poco, dejándote vivir en agonía durant...