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Para ti, tonta

Entró al gran hotel y su guardaespaldas personal corrió hacia él.

—Señor, pensé...

—No estoy para tus quejas esta noche, Rico.

Rico tragó saliva y se hizo a un lado.

Entró en una habitación y se sentó frente al espejo.

Se quitó la máscara y pasó las manos por su rostro, mirándose en el espejo.

...