Read with BonusRead with Bonus

Lo sentimos, solo hay una habitación disponible

— Vas a venir conmigo, pequeña señorita —dijo él.

Los ojos de Annie se abrieron de par en par.

— ¿Qué? —bufó.

— Voy a visitar a mi padre en el extranjero. Pasaremos una semana allí —respondió Larry.

— Pero... pero... —tartamudeó Annie.

— Si es por tu madre, no te preocupes. Le asignaré una enferm...