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20. Condenado por tu culpa.

En la fría y oscura celda que Nick estaba recluido tampoco podía dormir, se sentía angustiado temía por la seguridad de Ariadna y de su hijo, con él en prisión eran vulnerables a un nuevo ataque.

—¡Dios mío te ruego que los protejas! —oraba Nick desesperado.

Se sentó en la cama, intentando pensar en...