Read with BonusRead with Bonus

100. LA AMANTE DE MI ESPOSO

— Wao hombre, cálmate, ¿ahora es mi culpa? Yo no te obligué a que te obsesionaras con ella, de hecho, te dije que era muy difícil conseguirla – Gerald le hizo un gesto con la mano, de “tu solito te lo buscaste”

— Bueno, vamos, tomémonos unas copas y ahoga las penas, hay más mujeres disponibles…

— ...