Read with BonusRead with Bonus

Ilusiones agradecidas

Era un viernes soleado, el clima era perfecto para ir caminando a la clínica que no estaba muy lejos de ahí. Solo cinco manzanas.

—Estás loca —difiere Ayden tomando su maletín—. No irás a pie.

—Por favor, si me canso pido un taxi —insiste la joven embarazada—. No he podido ir a caminar a Central P...