Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 50 - Confesión – Solo tú

La cabeza la tenía como un arroz con mango, y cada vez que me acodaba sentía un incendio en la cara. ¿Cómo me atreví a tocarle el pipi a Dylan? ¡Dios! —comencé a echarme fresco otra vez—. Pa’ colmo se acercaba el momento de darle una respuesta.

¿Qué le iba a decir? Si quiero seguir tocándolo, se si...