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Capítulo 32 - Tus ojos, mi piedra preciosa

Blanca cerró los ojos al comprender nuestra metida de pata y la ignorancia en la que estábamos.

—¡Muchachos no me digan que no leyeron lo que significaba dicho paquete! Durante toda la semana coordiné con mi personal para brindarles a ustedes lo mejor en Santorini recibiendo la ayuda necesaria. ...