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Solo duerme

En medio de aquella desesperación, Ashley se acercó a Angelo, su mano, buscando la suya con desesperación.

—No puedes irte, no puedes dejarme sola con nuestros hijos—le rogó con voz entrecortada por el miedo y la angustia. El rostro de Angelo se iluminó con una débil sonrisa a pesar del dolor que ...