Read with BonusRead with Bonus

Capítulo setenta y cuatro

Y lo siguiente que supe fue que podía saborear sangre en mi boca. No hice nada más que llorar mientras él me besaba.

Estoy realmente avergonzada, porque no solo yo o los animales que están con este animal pueden ver lo que me está haciendo, ¡sino también Xander!

—¡XANDER!— De repente grité al mism...