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Capítulo 33

Rebecca estaba tendida en el suelo frío. Solo quedaba un día para la luna llena. Pero esta noche la luna brillaba tan intensamente como podía...

—¡Ahh, por favor, haz que pare! No puedo soportar el dolor. Por favor, haz que pare o moriré—. Rebecca gritaba, pero nadie escuchaba su súplica.

—Por fav...