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Capítulo 2

Los rayos dorados del sol estaban disipando la oscuridad alrededor del mundo. Los cantos matutinos de los pequeños pájaros se ven opacados por los rugidos de las olas del océano. El viento es húmedo, pero el clima es alegre. Los granos de arena bañados por el sol se enfriaban con las olas del mar. La continua lucha entre la sed y la calma.

La mañana alrededor de esta hermosa cabaña es más placentera que la noche deslumbrante. Es una cabaña de madera construida a orillas del mar. Los pilares sostienen la cabaña desde el suelo, y hay escaleras para subir hasta la puerta principal. Al subir las escaleras y entrar, lo primero que se ve es una estética sala de estar y una pequeña biblioteca. La cabaña tiene dos habitaciones, una hermosa cocina y un pequeño almacén. Lo más destacado de este lugar es la carpintería oscura y las cortinas blancas. Las cortinas blancas vuelan debido al viento que entra por las ventanas abiertas.

Al cruzar la sala de estar, las puertas de las dos habitaciones están cerradas. Una de las habitaciones está vacía y silenciosa, lo que indica que no hay nadie dentro. La cama vacía, una mesa de tocador y un armario son los únicos muebles en la habitación. Las ventanas están cerradas y las luces apagadas.

Aburrido de eso, entras en la otra habitación. Está llena de un aroma agradable. El dulce aroma del perfume de una mujer se mezcla con el embriagador olor de un hombre.

Un hombre duerme plácidamente envuelto en una manta. Su brazo cubre sus ojos y la mitad de su rostro. Por otro lado, la mujer está sentada en la cama.

Su nombre es Lucy Griffin. Lucy está mirando al hombre que duerme a su lado. Él parece tan tranquilo. Una sonrisa se dibuja en sus hermosos labios.

Lucy es la definición de belleza. Su rostro brilla como el resplandor del oro. Sus ojos son más profundos que el mar. El pensamiento de la noche anterior cruza por su mente. Un hermoso rubor aparece en sus mejillas, realzando el brillo natural de su rostro. Su cabello rizado y castaño oscuro está recogido en un moño. Lleva puesta una camisa blanca que no parece de su talla. Pero esa prenda pertenece a este apuesto hombre.

El hombre se movió en su sueño. Giró su rostro hacia la cama y su espalda hacia la mujer. Ella se acercó a él y comenzó a dibujar algunos patrones desconocidos en su espalda.

—Dark, Dark... —susurró en su oído.

—Mhm... —murmuró él.

—Dark, despierta. Se nos está haciendo tarde —susurró Lucy. Colocó sus labios en su espalda.

—Hmm... —volvió a murmurar él.

—Dark, tenemos que irnos. Estoy esperando a que te despiertes para que podamos regresar. Tenemos un vuelo en dos horas —su voz es muy suave. Él se dio la vuelta y envolvió sus brazos alrededor del cuerpo de la mujer. Una sonrisa apareció en su rostro.

—¡Buenos días, mi amor! —le dio un beso en la frente.

—Buenos días para ti también —dijo ella. Su cabeza descansaba sobre su pecho. Ambos permanecieron así por unos momentos.

—Tenemos que prepararnos e irnos... —dijo de nuevo.

—Está bien, vamos a ducharnos —sugirió él. Ella asintió con la cabeza.

—Dark, ¿estás seguro de esto? —le preguntó.

—Lucy, ¿confías en mí? —preguntó él.

—Confío en ti con mi vida —dijo Lucy sin ninguna duda.

—Entonces, no te preocupes. Estaremos bien. Tengo que hacerlo —dijo él. Ella asintió con la cabeza.

—Si tenemos éxito, será nuestra mayor victoria —sonrió ella. Su expresión era igual a la de Lucy.

—Hubo una llamada para ti —informó Lucy.

—¿Para mí? ¿Quién llamó? —preguntó él con asombro.

—Nunca me dijiste que tenías una hermana... —levantó una ceja mirándolo directamente a los ojos.

Dark parecía sorprendido o en profundo pensamiento... Pero asintió con la cabeza.

—Sí, tengo una hermana. Pero es algo antiguo. No es muy importante... —dijo él.

—Ahora es importante... Una chica llamó tarde en la noche. Dijo que necesita ayuda. Y que es tu hermana —le dio Lucy las últimas noticias. Unas líneas se formaron en su frente.

—¿Ayuda? —repitió Dark una sola palabra de su última frase.

—Sí, dijo que está en problemas —dijo Lucy.

—Está bien, lo veremos más tarde... Por ahora, tenemos que tomar un vuelo. Ve a ducharte y prepárate. Necesito hacer algunas llamadas —dijo él. Lucy se apartó de él notando el cambio en su tono. Necesita privacidad. Lucy se levantó y fue al baño.

Después de que ella se fue, Dark se movió en su cama. Se acercó a la mesita de noche de Lucy y tomó su teléfono. Se levantó de la cama. Ahora está sentado en la esquina de la cama. Dark parece estar en profundo pensamiento...

Los anchos hombros de Dark se tensaron dentro de su espalda musculosa y tonificada. Los músculos de su cuerpo muestran que va regularmente al gimnasio o hace ejercicio. Dark movió sus dedos en su cabello despeinado para acomodarlo. Se levantó de la cama para salir de la habitación. No quiere que Lucy escuche su conversación.

Dark salió de su habitación en sus pantalones cortos. Sus abdominales son como metal cincelado y brillante. Los músculos rígidos de sus brazos se tensaron. Las venas sobresalían cuando movió la mano para acomodar su cabello.

Dark caminó hacia la puerta principal. La abrió y salió. Bajó las escaleras caminando hacia el mar.

Después de cruzar una distancia significativa, sacó su teléfono y miró la pantalla. Marcó de nuevo el número desconocido en el historial de llamadas.

El teléfono sonó varias veces... Pero nadie contestó. Volvió a marcar el número. Y esta vez alguien contestó.

—¿Hola, Dark? —la voz de una mujer surgió del altavoz.

—¡Simara! —podía reconocer su voz entre millones. Ella es su hermana...

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