Read with BonusRead with Bonus

¿Acaso es lo que estoy pensando?

—No puedes hacer eso, yo soy tu compañera, tu esposa, no tu prisionera, Jarl —chilla Katrina con la decepción chorreando por su mirada.

—Por supuesto que puedo y ya lo estoy haciendo. Me conoces, Katrina, sabes bien que si intentas resistir será peor para ti.

—¿Qué va a pasar con mis estudios y mi...