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Herida nuevamente

Los gritos de dolor de la mujer llegan hasta los oídos de los guardias que corren a auxiliarla. La llevan de inmediato a su habitación y llaman a la doctora, mientras Adelaide se queda allí, llorando con gran pena, por lo que acaba de pasar.

—¿Qué sucedió? —Lilith, quien ese momento regresa de la c...